Orlando, ministro del Ambiente

Orlando, ministro del Ambiente

Orlando, ministro del Ambiente

Wilfredo Mora

Para hacerle justicia le cambiaremos el nombre al Ministerio de Medio Ambiente, y sólo les llamaremos Ministerio del Ambiente, pues es tautológico llamarlo así, dado que el medio es un ambiente y el ambiente es un medio. Su idea de que el futuro ecológico del país, ayer como hoy y mañana, tiene una relación directa con la educación de las futuras generaciones.

Así lo expresó recientemente en su última conferencia dictada en el 3er Congreso Nacional e Internacional de Ecología y Minería.

Hacia la Sostenibilidad, cuyo escenario fue la Universidad Católica Santo Domingo, con el tema “Nivel de cumplimiento de la Ley de Medio Ambiente y Recursos Naturales y el futuro ecológico de República Dominicana”.

Desde la soledad del pódium, después de saludar y agradecer al rector de la academia, monseñor, doctor Ramón Benito Ángeles Fernández, pasó a hacer mención de que se necesita tener la capacidad de escuchar a los demás, independientemente de que las posiciones que se expongan no sean las que uno esté de acuerdo, y algo más importante: este evento es precisamente lo que es, porque permite a todos los que tienen intereses en esta materia, los que defienden determinados aspectos del punto de vista medioambiental, y todos unidos bajo la sombrilla del Laudato, sí la encíclica del Papa Francisco que justamente establece que tenemos una Casa Común, que tenemos que defenderla.

Desde el mismo momento de su llegada como ministro del Ambiente y Recursos Naturales, brindó todo su apoyo a los programas ecológicos, pero no para que sigan su habituado curso común, sino para que replanteen problemas nodales, como la protección de los recursos naturales, y el déficit de la protección del ambiente.
Desde el mismo momento que ejerció el cargo mostró su preocupación por la capacidad boscosa de la isla, en un 42 %, frente a Haití, en 1 %, lo cual se traduce en la desertificación de los poblados, sobre todo en la zona fronteriza, y que se necesita atacar de inmediato.

La República Dominicana es un país amenazado por el cambio climático, y la causa es la desforestación. Por eso, el reto de alertar sobre el recurso agua, que es de vital importancia para las futuras generaciones.
Habló de los residuos sólidos, e invitó a leer la nueva Ley de Residuos, su reglamento, el fideicomiso, tanto público como privado, que está programado para empezar en los próximos días.

Para lograr resultados en temas ambientales hay que partir de la Constitución de la República; de los artículos 14,15,16, y 17, que establece el conjunto de normativas para proteger nuestro ambiente. Es decir, las áreas protegidas y el aprovechamiento de los recursos naturales.

Respecto al tema minero, la Constitución y la Ley 64-00 definen las condiciones en que los particulares y las empresas pueden explotar los yacimientos mineros. Y él como ministro estaba convencido de que los permisos, licencias, o contratos sólo pueden concederse bajo los criterios del desarrollo sostenible, y además sujetos a un régimen de prioridades. Con la Ley No.94-20, sobre Educación y Comunicación Ambiental, esbozó en esa tribuna que ha empezado a implementarse en las comunidades.

En tiempos pasados el Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales era mudo y abandonó a las comunidades, a los municipios, y hay que involucrarlos en programas de las cuencas hidrográficas, en las jornadas de reforestación.

Las palabras de despedida, ahora nos retumba en los oídos: “somos servidores públicos, nos ponemos a disposición de todos ustedes”.