Decenas de legisladores demócratas de Texas han huido del estado para impedir la votación de un nuevo mapa electoral que favorecería en gran medida a los republicanos en el Congreso de EE.UU.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, ordenó al Departamento de Seguridad Pública que arreste a los legisladores que no se presentaron a la sesión de la tarde del lunes.
La propuesta de redistribución de distritos, presentada por la mayoría republicana en la legislatura de Texas la semana pasada con el respaldo del presidente Donald Trump, crearía cinco escaños de tendencia conservadora en la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
El Partido Republicano goza en la actualidad de una ligera mayoría en el Congreso estadounidense.
Para celebrar la votación sobre el nuevo mapa electoral, deben estar presentes dos tercios de los 150 miembros de la legislatura estatal.
Sin embargo, 51 legisladores demócratas huyeron de Texas, la mayoría a Illinois, despojando a los republicanos del quórum necesario.
Como respuesta, estos últimos votaron este lunes a favor de emitir órdenes de arresto civil contra los evadidos.
Tensión en Texas
En Texas y algunos otros estados son las legislaturas estatales las que tienen la potestad de redibujar el mapa electoral usado en las elecciones para el Congreso de EE.UU.
Los demócratas que huyeron de Texas afirmaron que planean ausentarse durante dos semanas hasta el final de una sesión legislativa especial.
Esa sesión fue convocada por el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, que tras varias amenazas ordenó el arresto de los legisladores que participan en el boicot.
A través de un comunicado, Abbott afirmó que el Departamento de Seguridad Pública de Texas localizará, arrestará y devolverá a la Cámara de Representantes a cualquiera de sus integrantes que haya abandonado su deber.
La orden, según el comunicado, permanecerá vigente hasta que se identifique y se retorne a todos los demócratas del parlamento ausentes.
Según el diario Washington Post, no será fácil que las autoridades texanas puedan arrestar a los demócratas, ya que la mayoría se encuentran fuera de la jurisdicción de las autoridades texanas.
Poco antes, los republicanos de la Cámara de Representantes de Texas aprobaron una moción para emitir órdenes de arresto civil contra sus pares demócratas.
Además de la redistribución electoral, la sesión de la asamblea legislativa de Texas tiene en la agenda la prestación de ayuda tras las mortales inundaciones del mes pasado en el estado y la prohibición del THC, el principio activo del cannabis.
Cada uno de los 51 legisladores ausentes podría enfrentarse a una multa de US$500 por cada día de vacancia, y el fiscal general de Texas, el republicano Ken Paxton, ha amenazado con hacer que los detengan.
Paxton escribió en X que el estado debe "utilizar todas las herramientas a nuestro alcance para dar caza a quienes se creen por encima de la ley".
"Los demócratas de la Cámara de Texas que intenten huir como cobardes deben ser localizados, detenidos y llevados de vuelta al Capitolio inmediatamente", añadió.
Por su parte, Abbott ha amenazado con presentar cargos de soborno contra sus rivales huidos.
"Los informes indican que estos legisladores han solicitado y ofrecido dinero para no asistir a la votación, para abandonar la legislatura o para realizar una acción legislativa. Eso sería soborno", afirmó.
También envió una carta a los demócratas pidiéndoles que regresaran a Texas para la reunión de la cámara la tarde del lunes.
Qué opciones tienen los demócratas
En un comunicado, los demócratas de Texas defendieron la medida.
"No vamos a eludir nuestras responsabilidades", declaró Gene Wu, legislador estatal y presidente del grupo demócrata.
Y agregó: "Estamos abandonando un sistema amañado que se niega a escuchar a la gente a la que representamos".
"Haremos lo que sea necesario. No sabemos cómo se concretará eso", sentenció.
Los demócratas del Estado recibieron el respaldo de figuras nacionales del partido. El líder de la minoría en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, afirmó que el grupo estaba demostrando "valentía, convicción y carácter".
Aunque los demócratas de todo el país han amenazado con medidas de respuesta similares a la tomada por los republicanos en Texas, sus opciones pueden ser limitadas.
En los estados en los que gestionan el proceso de redistribución electoral, como Illinois, Nuevo México y Nevada, los demócratas ya han manipulado los distritos de forma parecida a los republicanos.
El mapa más reciente de Illinois, por ejemplo, fue calificado de políticamente injusto por el Princeton Gerrymandering Project, que le otorgó una nota F (la más baja).
En otros estados controlados por los demócratas, como Nueva York, California, Colorado y Washington, la redistribución de distritos la llevan a cabo comisiones independientes no partidistas en lugar de las asambleas legislativas estatales.
Los republicanos ocupan actualmente 25 de los 38 escaños de la Cámara de Representantes que le corresponden a Texas.
Esperan que los nuevos mapas puedan aumentar ese número a 30, todos en circunscripciones que Trump ganó el pasado noviembre por al menos 10 puntos.
La importancia de 5 escaños
A la espera de las elecciones nacionales de mitad de mandato del próximo año, la redistribución de distritos en Texas podría contribuir a reforzar la exigua mayoría republicana en la Cámara de Representantes, la cámara baja del Congreso.
El partido de Trump tiene actualmente 219 de los 435 escaños de la Cámara, mientras los demócratas cuentan con 212.
El nuevo mapa incluiría una redistribución del Valle del Río Grande y combinaría dos distritos de Austin, la capital del estado, actualmente en manos demócratas.
En el norte de Texas, el mapa ampliaría un distrito actualmente ocupado por la congresista demócrata Julie Johnson para incluir bastiones rurales republicanos.
También redibujaría cuatro escaños del área de Houston, incluido uno que ocupa el congresista demócrata Al Green.
El legislador estatal texano Todd Hunter, republicano que promueve la medida de redibujar el mapa, la calificó como un "buen plan para Texas".
Es la tercera vez en los últimos años que los demócratas huyen de Texas para negar el quórum a los republicanos.
Los legisladores del partido partieron hacia Washington DC en 2021 en un intento -finalmente infructuoso- de bloquear la aprobación de nuevas normas electorales.
También partieron a Oklahoma en 2003 en un intento por detener una redistribución de distritos que los republicanos acabaron aprobando.
Los estados en EE.UU. suelen realizar redistribución de distritos cada 10 años, cuando se redibujan los mapas electorales para tener en cuenta los cambios de población que reflejan los censos.
El censo más reciente se realizó en 2020, y rediseñar las demarcaciones de los distritos a mitad de una década es algo inusual.
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