SANTO DOMINGO.-Debido a la fluctuación que reflejan los contagios por COVID-19 cada día en el país, aun no es tiempo para pensar en flexibilizar las medidas de contención, porque no se puede decir que el virus está contralado.
Lo anterior responde al parecer de la representante local de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Alma Morales, quien dijo a EL DÍA que es muy difícil hacer proyecciones a futuro de la incidencia del virus, porque no se mantiene una constancia sistemática de los casos, lo cual se asocia a demoras en el registro y procesamiento de las muestras.
Por ello, a su entender, no es momento de afirmar que los afectados están disminuyendo, porque las estadísticas no muestran nada diferente desde el primer día, ya que las cifras de brotes varían significativamente por día.
“Uno se pregunta: ¿el país está preparado para relajar algunas medidas? Es una decisión difícil que deberán contemplar las autoridades, pero desde OPS recomendamos que esto se debe hacer cuando la transmisión esté controlada, lo que todavía no se logra”, argumentó.
Esto en vista, prosigue Morales, de que todavía hay municipios con brotes importantes de contagios. Indicó que el momento clave para un cambio de restricciones es cuando se logre una estabilización de la infección, es decir que día a día, consecutivamente, se mantenga una cifra fija, mientras, hoy todavía se pueden ver picos y caídas.
Seguir confinamiento
Para una visión más clara, a juicio de la doctora, el país debe esperar unas dos semanas más, que según ella, es cuando se podría tener una visión más clara de su propagación real. Se mostró preocupada por la forma en que muchas personas están relajando las medidas de distanciamiento, al salir y agruparse en las calles, porque a su entender, se están acostumbrado a la idea de la infección.
“Lo peligroso de este asunto es que como consecuencia se genere una saturación en los servicios de salud como ha sucedido en otros países”, enfatizó la delegada. Por ello, señaló que es importante continuar con las medidas implementadas, ampliar el número de pruebas PCR y reevaluar el momento oportuno para hacer un cambio en las restricciones, lo cual dijo no se puede hacer de la noche a la mañana.
Sugirió que el Gobierno debe establecer un plan preventivo que garantice que en lugares de aglomeración de gente, se cuente con las condiciones para evitar un rebote de pacientes tras el levantamiento de las medidas.
Fortalezas
Otro punto que destacó la delegada internacional, es que se debe evaluar la condición de los servicios de salud, de los cuales significó que el 55% de los casos se han manejado en los domicilios.
Según la delegada, esto es bueno porque indica que la atención hospitalaria se concentra para aquellos casos de cuadros clínicos delicados, cuya demanda diaria de cama para cuidados intensivos, es de un 42%, lo cual da más oportunidad para otros casos.
En cuanto a las pruebas, saludó que el país las está haciendo en un buen número, las cuales sobrepasan las 1,000.