VEN06 - CARACAS (VENEZUELA), 23/6/2017.- Manifestantes queman una motocicleta hoy, jueves 22 de junio de 2017, durante una nueva jornada de protestas en Caracas (Venezuela). Un joven murió hoy por disparos a quemarropa de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) en una nueva jornada de protestas en Caracas, en la que el presidente Nicolás Maduro alabó el "esfuerzo" de las fuerzas de seguridad y reafirmó que las armas y las escopetas de perdigones están prohibidas. EFE/ Miguel Gutiérrez
Caracas.- Opositores venezolanos bloquearon este viernes calles y avenidas, indignados por la muerte de un joven manifestante a manos de un militar en una protesta contra el presidente Nicolás Maduro.
Sonando cornetas, pitos y cacerolas, algunos con banderas venezolanas, grupos de opositores se apostaron en las esquinas y en varias vías importantes de Caracas y de otras ciudades, provocando caos vehicular en varias sectores.
«Ésta es una protesta contra la brutalidad con que están asesinando a nuestros jóvenes. Me duele mi país, por eso tenemos que salir a luchar», declaró Rina Torres, vestida de negro, quien se manifestaba en una importante vía del este de Caracas.
La protesta fue convocada tras la impactante muerte de David Vallenilla, de 22 años y recién graduado de enfermería, quien recibió tres disparos en el tórax, según la Fiscalía, en disturbios frente a la base aérea La Carlota, en Caracas.
Medios de comunicación locales divulgaron fotos y videos en los cuales se ve a un militar, un sargento de la Policía Aérea, disparándole a quemarropa, según admitió luego el ministro del Interior, Néstor Reverol.
Con la muerte de Vallenilla aumentaron a 75 los fallecidos -muchos de ellos jóvenes- en casi tres meses de protestas contra Maduro, recrudecidas por la convocatoria de Maduro a una Asamblea Constituyente, con la que, según la encuestadora Datanálisis, está en desacuerdo 69,1% de los venezolanos.
El joven murió cuando participaba en una protesta, convocada por la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), de apoyo a la fiscal general Luisa Ortega, quien encabeza a un grupo de chavistas disidentes que se oponen a la Constituyente por considerar que violenta la democracia.
«Luchó por su ideal»
Algunos conductores se unieron a la protesta y estacionaron sus vehículos, mientras que otros, molestos, intentaban burlar los bloqueos.
«Ni uno más», «No más dictadura», «No más represión», se leía en pancartas que llevaban los manifestantes en otro sector del este de Caracas, donde coreaban: «Maduro cobarde, asesino de estudiantes», «¡Libertad!.
La indignación era mayor porque el jueves, en una rueda de prensa con corresponsales, Maduro había advertido que el uso de armas de fuego y las escopetas de perdigones para el control del orden público estaban «prohibidas». Sólo «agua y gasecito lacrimógeno» está permitido, afirmó.
Como una paradoja, el padre de la víctima, del mismo nombre, fue supervisor de Maduro cuando éste trabajaba como conductor de autobús en sus tiempos de joven sindicalista.
«Mi hijo luchó por su ideal, por eso se fue. Pido que todo se aclare», dijo compungido Vallenilla en las afueras de la morgue de Bello Monte en Caracas.
A su lado, Abel Duarte Vallenilla, tío del joven, arremetió contra el gobierno y las fuerzas de seguridad por lo que calificó como un acto «atroz».
El pasado 6 de junio, el ministro de Defensa, general Vladimir Padrino López, había advertido a sus hombres que no quería ver «un guardia más cometiendo una atrocidad en la calle», tras denuncias de atropellos, incluso robos, contra manifestantes y periodistas.
Desobediencia civil
Invocando artículos constitucionales que consagran la desobediencia civil, la MUD llamó el martes a desconocer al gobierno de Maduro y su Constituyente, cuyos 545 integrantes serán elegidos el 30 de julio.
La oposición asegura que el sistema de elección es «fraudulento» y acusa a Maduro de querer imponer un sistema comunista a través de la Constituyente, que regirá por un tiempo indeterminado como un «suprapoder».
Pero Maduro avanza en su proyecto con respaldo del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y el Consejo Nacional Electoral (CNE), acusados por la oposición de servir al gobierno.
«La Asamblea Nacional Constituyente va, llueva, truene o relampaguée», insiste el mandatario. Ortega presentó recursos en el TSJ contra la Constituyente, que han sido desestimados, y ahora afronta un posible juicio luego de que la corte admitiera un recurso del diputado oficialista Pedro Carreño, quien también pidió destituirla por «insanía mental».
La oposición tiene prevista una «gran marcha» para el sábado en Caracas y movilizaciones en otras ciudades y citó a sus seguidores en Caracas a concentrarse justamente frente a la base área La Carlota.