Oposición venezolana reta a Maduro al reivindicar mayoría en el Congreso

Oposición venezolana reta a Maduro al reivindicar mayoría en el Congreso

Oposición venezolana reta a Maduro al reivindicar mayoría en el Congreso

Venezuela's interim President Nicolas Maduro sits as he waits for the official ceremony at the Electoral Council to certify his victory on Sunday's presidential election in Caracas, Venezuela, Monday, April 15, 2013. Venezuela's government-friendly electoral council has quickly certified the razor-thin presidential victory of Hugo Chavez' hand-picked successor. Nicolas Maduro was elected by a margin of 50.8 percent to 49 percent over challenger Henrique Capriles.(AP Photo/Ariana Cubillos)

Caracas.- La oposición venezolana reivindicó este miércoles la poderosa mayoría calificada en el Parlamento, que allanaría el camino para sacar del poder al presidente Nicolás Maduro, quien nombró un nuevo gabinete para enfrentar una etapa de choque de poderes y profundización de la crisis.

En una sesión que abrió sesiones ordinarias del nuevo Parlamento, el jefe legislativo Henry Ramos Allup juramentó a tres opositores pese a una decisión de la justicia que había decidido suspender su proclamación de momento, al admitir una impugnación del oficialismo.

Con esa juramentación, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) recobró la mayoría calificada de dos tercios (112 de las 167 curules) que ganó en los históricos comicios del 6 de diciembre, poniendo fin a 17 años de hegemonía chavista.

De inmediato, el número dos del chavismo y exjefe del legislativo, el diputado Diosdado Cabello, anunció que los oficialistas demandarán por desacato a la MUD por desatender la medida del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).

«La Asamblea Nacional viola flagrantemente la Constitución de Venezuela (…) Nadie la va a cumplir (las leyes), nadie la va promulgar porque carece de legitimidad.

Cualquier acto que se tome está viciado de nulidad», declaró Cabello a la prensa. Para encarar lo que denominó una «nueva etapa de la revolución» frente a un «Parlamento burgués», Maduro nombró este miércoles su nuevo gabinete de gobierno con el que busca resolver la «grave situación económica» y conducir el proceso de «rectificación y reimpulso» del chavismo.

Venezuela, con las mayores reservas petroleras del mundo, sufre el desplome de los precios del crudo -fuente del 96% de sus divisas- un déficit fiscal de 20% del PIB, 200% de inflación, severa escasez y una contracción económica del 6% en 2015, según cálculos privados.

Maduro anunció que declarará una «emergencia económica» para impulsar un plan que presentará al Parlamento.

El martes, en la convulsa instalación del Congreso, Ramos Allup recordó el plazo de «seis meses» que se fijó la MUD para ofrecer «un sistema para cambiar el gobierno por vía constitucional»: un referendo revocatorio cuando Maduro cumpla en abril la mitad de su mandato, una reforma constitucional o una Asamblea Constituyente.

Maduro, elegido en abril 2013 por seis años, tomó nota del desafío: «Será el pueblo quien decida con la Constitución en la mano», advirtió.

Pero los analistas advierten de la compleja maraña legal para cada una de esas vías y el hecho de que será el TSJ, acusado por la oposición de aliado del chavismo, el que decidirá las disputas en el Parlamento. «La base fundamental de la estrategia está en el TSJ (…)

Si el gobierno usa su control institucional focalizadamente tiene posibilidades de éxito a corto plazo», opinó el analista Luis Vicente León.

Según expertos, para convocar un referendo revocatorio se necesitan las firmas del 20% (3,9 millones) del padrón electoral, recolectadas en tres días y con huellas digitales; y para remover a Maduro, el apoyo de más de 7,5 millones que lo eligieron en 2013.

La Constituyente y la enmienda constitucional deben ser aprobadas mediante referendo convocado por el Consejo Nacional Electoral (CNE), también acusado por los opositores de ser aliado del chavismo.

«Independientemente de las complejidades todo dependerá de la situación del país a la vuelta de unos meses. Veo una gran conflictividad social y presión enorme para que haya un cambio», comentó a la AFP el constitucionalista Juan Manuel Rafalli.

León señaló que la MUD también tiene el reto de vencer sus divisiones: El ala radical, encabezada por el encarcelado Leopoldo López, busca sacar a Maduro; el ala moderada, liderada por el excandidato presidencial Henrique Capriles, prioriza la crisis económica.

«Mientras el debate político inunda el discurso chavista y opositor, la gente sentirá un vacío enorme de soluciones a sus problemas claves», advirtió León, al recordar que la oposición ganó en las legislativas por el voto castigo contra Maduro por la crisis económica.

Una de las prioridades de la agenda opositora tampoco pasará sin que el chavismo ponga escollos. Maduro anunció que vetará la amnistía que aprobará la MUD para 75 opositores presos, entre ellos López, condenado a casi 14 años por las violentas protestas que en 2014 exigían la renuncia del presidente.

«Estamos en una crisis institucional en menos de 24 horas. Lo que ha hecho hoy la Asamblea Nacional supone una ruptura de un principio básico para la estabilidad democrática que es la corresponsabilidad y el respeto que se deben los poderes públicos», dijo el diputado chavista y el excanciller Elías Jaua.

Para frenar al Congreso, Cabello advirtió que el oficialismo solicitará que la tesorería nacional no le entregue recursos. Otro diputado chavista aseguró que no le publicarán nada en gaceta oficial.

El enfrentamiento de poderes ha comenzado. El retiro de las imágenes de Chávez en el Parlamento habla por sí mismo.