Recuerdo perfectamente cuando hace unos 26 años fui con mi padre y don Tato Bisonó a ver unas casas que construía Constructora Bisonó en la avenida República de Colombia, dos niveles, tres habitaciones, tres baños y medio, y como si fuera poco, patio y marquesina. Más aún, recuerdo el precio: un millón doscientos mil pesos.
Sin dudas era muy lejos, no había un supermercado cerca, apenas un colmadito en la entrada de la urbanización y además quedaba a unos “15 minutos” de la avenida Abraham Lincoln, obviamente demasiado tiempo.
Hoy, esas casas fluctúan entre doce y quince millones de pesos dependiendo del estado en que se encuentren, están rodeadas de todo tipo de centros comerciales, supermercados, colegios, restaurantes y todo lo que se pueda necesitar. Ya no necesitas llegar a la avenida Abraham Lincoln, por demás, ahora te tomaría fácilmente unos treinta o cuarenta minutos.
¿Quién lo iba a pensar, eh? Un desarrollador, una persona con visión, en este caso Don Tato Bisonó. Pero ¿a qué viene esto? Me parece sencillamente increíble que bajo la mezquindad partidaria no se entienda lo que se ha logrado al llevar un crucero a Pedernales, y digo mezquindad partidaria porque se me hace difícil creer que en la oposición no exista una mente lúcida que explique que todos los proyectos de desarrollo inmobiliario, en este caso turístico, comienzan de lo micro a lo macro.
¿Acaso no están disponibles los videos de Joaquín Balaguer junto a Frank Rainieri inaugurando el proyecto Punta Cana en una casita cubierta de canas? Canas que aun adornan el ahora aeropuerto más activo de la República Dominicana.
Al igual que una urbanización, el lanzamiento de un polo turístico se hace por etapas, los ejemplos están ahí: Cap Cana, Casa de Campo, Playa Dorada. Se comienza con lo básico y a medida que crece la popularidad se agregan las infraestructuras necesarias.
¿Qué lógica tendría hacer un puerto gigantesco en una zona que comienza ahora a desarrollarse? Lo importante es planear para en su momento ampliar.
Según la información que se suministró, en este primer crucero llegaron unas 3000 personas a Cabo Rojo, eso equivale a 3000 nuevas voces que contarán su experiencia de un área inexplorada de la República Dominicana, 3000 relacionadores públicos de la zona más empobrecida del país.
¿Y a esa zona tan necesitada, está la oposición poniéndole zancadillas por pura politiquería? Esas cosas se pagan en las urnas, pues hacer oposición es normal, pero ser mezquino es repudiable.