Santo Domingo.- La oposición política encabezada por los partidos Fuerza del Pueblo (FP) y de la Liberación Dominicana (PLD) lleva meses manteniendo un ritmo de contrapeso constante que ha obligado al Gobierno a hacer del responder y explicar una práctica casi diaria.
El Partido de la Liberación Dominicana (PLD), por ejemplo, ha convertido en rutina política el uso de los lunes para fijar posición pública frente al oficialismo.
En la Casa Nacional, sus secretarías de dirección despliegan un guion ya predecible: ruedas de prensa semanales que, con disciplina de calendario, buscan marcar agenda y responder a las ejecutorias gubernamentales.
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El esquema recuerda inevitablemente las convocatorias del antiguo Partido Revolucionario Dominicano y, más recientemente, la dinámica de La Semanal, el encuentro que encabeza el presidente Luis Abinader cada lunes en horas de la tarde.
En la mayoría de los casos, el PLD toma como punto de partida una declaración de Danilo Medina en asambleas provinciales, que luego se traduce en línea discursiva reforzada por sus voceros.
Este activismo aparenta ser un engranaje planificado: el expresidente abre la puerta y la dirección partidaria amplifica el eco.
Una estrategia de oposición con doble filo
Los temas seleccionados nunca son aleatorios.
Salud, energía eléctrica, educación y la tanda extendida, o las vicisitudes de los productores agropecuarios, son ejemplos de asuntos tratados en las últimas semanas.
La táctica genera presión sobre las autoridades y forzándolas a dar respuestas públicas.
Sin embargo, la periodicidad conlleva riesgos: la reiteración puede desgastar el efecto inicial y generar indiferencia ciudadana ante lo que se perciba como “más de lo mismo”.
El contraste con la Fuerza del Pueblo
Es de rigor hacer la comparación con la Fuerza del Pueblo.
En su momento, el partido de Leonel Fernández intentó replicar la lógica de La Semanal con un espacio propio denominado La Voz del Pueblo.
La iniciativa fue discontinuada, precisamente porque la rutina fija tiene límites de impacto.
Hoy, la Fuerza del Pueblo opta por un estilo más flexible: ruedas de prensa y declaraciones esporádicas, capitalizando los escenarios donde su líder tiene protagonismo.
Esa dinámica, menos rígida, le permite sorprender y adaptarse con mayor rapidez a los momentos coyunturales.
Un nuevo tono opositor
El resultado es un escenario político más competitivo que obliga a las autoridades a mantenerse en constante alerta y que si no es enfrentado adecuadamente, podría terminar por marcar el ritmo de la conversación.
Tanto el PLD como la Fuerza del Pueblo en calidad de partidos mayoritarios y de oposición, si bien con estilos distintos, han encontrado un tono opositor más articulado que el de los primeros años del actual gobierno.
Ahora, ambos polos de oposición ejercen presión constante, alimentando la discusión pública y condicionando la narrativa gubernamental.
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