El Ministerio de Hacienda ha emitido una aclaración en referencia a sus resoluciones núm. 005 y 006-2019, las cuales pretenden regular de una manera más eficiente los juegos de azar por medio de las bancas de apuestas.
Estas entidades han proliferado a todo lo largo y ancho del territorio nacional, como plaga, corroyendo con ello no tan solo los exiguos bolsillos de la población, sino también el propio trabajo dignificante del hombre.
Basta leer la nota de la Federación Nacional de Bancas de Lotería, cuando ellos mismos admiten que operan en el país más de 40 mil bancas ilegales, en adición a las que agrupan, que de por sí son una cantidad excesiva.
Y eso que a diario sigue dicha proliferación, sin el más mínimo respeto a las ordenanzas que debían regular su existencia.
Con el levantamiento de la prohibición de instalación de nuevas bancas de apuestas, se pretende frenar su proliferación mediante su regularización, algo que parece un contrasentido.
Inclusive, una de las resoluciones reconoce como válidas las violaciones en cuanto a la distancia mínima entre una y otra.
Por ello, a pesar de la anunciada intención de control, no se percibe que efectivamente habrá limitantes para su expansión.
No olvidemos que el actual presupuesto tiene como una de sus fuentes de ingresos los impuestos que anualmente se les cobra a estas bancas de lotería, los cuales se estima habrán de representar cerca de 1,350 millones de pesos, una suma de dinero nada despreciable.
La tarea que tiene por delante el Ministerio de Hacienda no es poca cosa, inclusive previéndose grandes dificultades para su realización por razones de la incidencia política que ha logrado este sector.
Sin embargo, es oportuno y prudente el accionar requerido, a sabiendas que el interés social, ético y moral debe prevalecer sobre cualquier interés fiscal o político.