A partir de este lunes está previsto el inicio del diálogo convocado por el presidente Luis Abinader en el seno del Consejo Económico y Social.
Desde la convocatoria hubo el ruido sobre una de las reformas de las doce planteadas por el Mandatario, relativa al tema de la Constitución.
Es conocida la reacción del expresidente Leonel Fernández, líder de la Fuerza del Pueblo, sobre lo innecesario que sería modificar la Constitución para otorgar independencia al Ministerio Público, cuando la vigente Carta Magna da esa autonomía, aunque no así a la designación del procurador general de la República, cuya responsabilidad recae aún en el Poder Ejecutivo.
Cualquier cambio de la Constitución y lo atinente a la reforma fiscal serán, sin embargo, los dos temas que mayores conflictos pudieran generar entre los representantes de los diferentes sectores que están convocados por el Consejo Económico y Social, escenario constitucional para conciliar el consenso que busca el presidente Luis Abinader.
Ante el ruido generado a raíz de la convocatoria formal por parte del Gobierno para materializar este diálogo y lo argumentado por el expresidente Leonel Fernández, creo que ha sido bien oportuna la aclaración de este domingo del Jefe del Estado sobre la reforma a la Constitución.
“Queda fuera cualquier aspiración partidista, personal o que no sea de interés prioritario para el conjunto del país en este momento”, ha dicho textualmente Abinader en una misiva enviada al CES.
Es decir, que cualquier duda sobre situaciones que pudieran ocurrir sin conocimiento entre los actores del diálogo quedan totalmente esclarecidas con esta posición de Abinader, ya que sectores pudieran albergar la duda y el temor de que instalada la Asamblea Nacional para lo relativo a la Carta Magna el “diablo metería sus manos” y el consenso que auspicia el Gobierno cayera en un conflicto innecesario y se abortara ese buen deseo.
Además, ese escenario de diálogo que ha logrado el Gobierno no puede desperdiciarse con diferencias antes de los representantes de los partidos, la sociedad civil y el empresariado sentarse en la mesa de consenso, a la que deben llegar al margen de prejuicios y de dudas, ya que el país necesita del entendimiento colectivo ante la gravedad de muchos males.