PUERTO PRÍNCIPE, Haití.— Naciones Unidas propuso un “corredor humanitario” en la capital de Haití para ayudar a la población a obtener gasolina y asistencia en momentos en que las pandillas siguen bloqueando caminos y el acceso a algunas zonas, incluyendo a una importante terminal de combustible en Puerto Príncipe.
La oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios en Haití señaló el miércoles en un comunicado de prensa que los bloqueos, en especial el del acceso a la terminal de gasolina Varreux, socavan los esfuerzos para resolver los problemas en la nación caribeña, en particular el resurgimiento del cólera luego de tres años sin que se reportaran infecciones.
La noche del miércoles, el primer ministro Ariel Henry también hizo un llamado de ayuda a la comunidad internacional para atender la crisis en su país, la cual empeoró el mes pasado cuando anunció el fin de los subsidios a la gasolina.
La medida provocó que el precio del combustible se duplicara y que las personas, entre ellas los miembros de las pandillas, salieran a manifestarse a las calles.
La pandilla más importante de Haití incluso decidió bloquear el acceso a la principal terminal de combustible, advirtiendo que sus integrantes permanecerán en el lugar hasta que Henry renuncie y se reduzcan los precios de la gasolina.
Desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021, la violencia se ha disparado en Haití por disputas territoriales entre pandillas, y el gobierno ha pasado apuros para controlarlas.
Naciones Unidas señaló que el bloqueo a la terminal de combustible “ha llevado al cierre de centros de salud durante las últimas semanas, y ha provocado la interrupción en los servicios de tratamiento de aguas”, lo que significa un problema en las labores para prevenir el cólera.
“La crisis que atraviesa Haití afecta a la población de todo el territorio y los más vulnerables son los primeros en sufrir a causa de los bloqueos”, añadió la agencia en su comunicado de prensa.
El depósito de combustible que se encuentra bloqueado por las pandillas ha estado fuera de operaciones desde el 12 septiembre, lo que impide el acceso a unos 38 millones de litros (10 millones de galones) de gasolina y diésel y más de 3 millones de litros (800.000 galones) de queroseno que se encuentran almacenados en el lugar. Muchas de las gasolineras se encuentran cerradas y otras se están quedando rápidamente sin combustible.