Ginebra (EFE).- La Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos pidió a las autoridades de Singapur que detengan la ejecución, prevista para este viernes, de Mohammad Azwan Bin Bohari, un hombre de 47 años condenado a la pena capital por posesión de tres paquetes de diamorfina (heroína).
“Pedimos que se pare la ejecución y que ésta sea conmutada a una pena de prisión apropiada”, indicó en un comunicado el portavoz de la oficina Seif Magango, quien subrayó que la pena de muerte no es apropiada para este tipo de casos.
La oficina que dirige el alto comisionado Volker Türk también urgió a Singapur a iniciar de inmediato una moratoria sobre el uso de la pena de muerte, como paso previo a su abolición.
Más de 170 países abolieron o fijaron moratorias a la pena capital, unas medidas que “alinearían a Singapur con la tendencia global hacia el fin de la pena de muerte y reforzarían su compromiso con la dignidad humana y el desarrollo de las libertades fundamentales”, señaló Magango.
“La pena de muerte es incompatible con el derecho fundamental a la vida, crea un riesgo inaceptable de ejecutar a personas inocentes, y como muestran las evidencias, tiene poco o ningún efecto a la hora de reducir el crimen”, concluyó el portavoz. EFE