“Si tu llamas experiencias a tus dificultades y recuerdas que cada experiencia te ayuda a madurar, vas a crecer vigoroso y feliz, no importa cuán adversas parezcan las circunstancias”, aseguró el novelista estadounidense Henry Miller.
Si eres creyente, el consejo es que en las dificultades de lo cotidiano, hay que olvidar los contratiempos y continuar el camino hacia la felicidad, siempre bajo la premisa de que Dios esculpió en cada uno de nosotros la facultad de resolver nuestros propios problemas.