La pelea musical más exitosa cumple 40 años. Aquello de “¡vete, olvida mi nombre, mi cara, mi casa, y pega la vuelta!” cambió para siempre la vida de los hermanos Lucía y Joaquín Galán, los Pimpinela, que ahora, arropados por sus miles de fans, celebran con una larga gira una carrera repleta de himnos: “Podemos tirar otros 40 años más”, cuentan en una charla con Efe.
“El ‘Olvídame y pega la vuelta’ nos cambió la vida. Fue el que nos dio la posibilidad de mostrar la propuesta, que era mezcla de teatro con música. Pequeñas telenovelas de tres minutos. Sigue siendo hasta hoy un tema favorito en los karaokes”, dice entre risas Joaquín (Buenos Aires, 1955), autor de una canción a la que dan “un valor muy especial” porque fue la que los motivó a cantar juntos.
Hijos de un asturiano y una leonesa que emigraron a Buenos Aires durante la posguerra española, los jóvenes cantantes cosecharon cierta popularidad en su país con “Las primeras golondrinas” (1981), su LP debut, pero la verdadera explosión llegó con el segundo, “Pimpinela” (1982), gracias principalmente al icónico tema, que ya llevaba tiempo escrito pero no fue incluido en el primer álbum.
Cuatro décadas después y con otras tantas populares peleas en la maleta, como “A esa”, “Valiente” y “Dímelo delante de ella”, Lucía (Buenos Aires, 1961) es rotunda respecto a la que les abrió las puertas del mundo, que también grabaron en inglés, portugués e italiano: “No nos cansamos de cantarla y no la desfiguramos”.
Y recuerda cómo sorprendía que, por su origen familiar, mezclaran expresiones argentinas como “pega la vuelta” con palabras españolas como “vete” en vez de “andate”. La también actriz rememora lo difícil que fue la traducción al inglés, “porque no había manera de que el americano entendiera” el concepto de ‘pega la vuelta’, más agresivo o irónico que decir “olvídate de mi vida”.
Pimpinela no existiría si los hermanos no hubieran hecho caso a su madre, María Engracia -fallecida en 2020-, que insistía con que cantaran juntos.
“Yo estudiaba para ser actriz, en ningún momento me imaginé que iba a ser cantante. Mi propósito no era ese. Cantábamos en casa y mamá era la que escuchaba y decía: ‘¡estos dos cómo puede ser que cada uno esté por su lado!’”, evoca Lucía.
Joaquín, que ya escribía canciones y había integrado otros grupos, le decía que si algún día encontraba junto a su hermana una propuesta diferente y que les entusiasmara, cantarían juntos. Y eso llegó con su tema estrella, que empezaron a interpretar ante amigos.
“Era algo diferente. Mezclar música, teatralización, dramatización y tener dos personajes y que haya un conflicto en medio, de pareja, que era mucho más rico que cantarle al amor solamente”, indica el cantante.
El golpe de suerte se dio durante una visita de los Galán y su madre a España. Allí conocieron a su compatriota Luis Aguilé, que quedó prendado de su originalidad y a quien acabaron dándole la única casete que habían grabado: una maqueta con cinco canciones.
Días después, por intermediación de Aguilé, recibieron una llamada de CBS Argentina. Un primer productor les dijo que sus canciones no valían, entre ellas el “Pega la vuelta”, pero el siguiente les dio la oportunidad definitiva. Publicaron su debut y lo demás es historia.
Más de 25 millones de discos vendidos, premios y giras por el mundo y la creación de un género por sí mismo. En España, por ejemplo, “hacerse un Pimpinela” ha sido para políticos de diversos colores la forma de referirse a quienes se pelean en público pero se adoran en privado.