El notorio fracaso de la ONU en Haití debería alertar a los dominicanos sobre la naturaleza de ese gobierno mundial. Otros logros son que Arabia Saudita, monarquía dictatorial que asesina disidentes, presida su Consejo sobre Derechos Humanos; permitir genocidios en Bosnia, Camboya, Ruanda y otros países, ineficazmente intervenidos; apañar guerras ilegales e injerencias de Rusia (ex URSS) y Estados Unidos; ignorar violaciones a derechos humanos de China y demás potencias.
Esa misma ONU declaró una guerra contra el plástico, por el desastre ecológico marítimo del mal manejo de basura. Prestos a montarse en esa ola, la vicepresidenta Cedeño y el ministro medioambiental Estévez, confunden el asunto reclamando al gobierno, que integran, drasticidad contra la industria del plástico.
¡Qué disparate! La guerra debe ser contra la basura. ¿Recordarán ambos funcionarios la Ley 120-99 que prohíbe tirar basura bajo pena de multas y cárcel? ¡Léanla! Atacar la industria difícilmente solucionará el problema y causará otros peores: desempleo, inseguridad jurídica, merma fiscal.
Plástico, vidrio, aluminio, papel y desperdicios orgánicos pueden y deben manejarse correctamente.