Lima, Perú.-Perú inició ayer el primer juicio por corrupción contra un expresidente en un caso ligado a la constructora brasileña Odebrecht que provocó un terremoto entre la clase política que dirigió al país en los últimos 35 años.
Un juzgado penal en Lima decidirá la suerte del exmandatario Ollanta Humala (2011-2016) y su esposa Nadine Heredia, para quienes la fiscalía ha solicitado 20 y 26 años de cárcel, respectivamente.
A ambos se los acusa de lavado de activos en organización criminal. Además de Humala -un exteniente retirado del ejército de 59 años- y Heredia, de 45 años, la fiscalía acusa a otras nueve personas, entre las que están el hermano y la madre de Heredia.
Pago de sobornos
La empresa brasileña admitió en 2016 que pagó millonarios sobornos a políticos de casi toda Latinoamérica a cambio de obtener obras públicas con las que recuperaban con creces los montos otorgados a los políticos en detrimento del tesoro público.
La fiscalía afirma que Humala y Heredia recibieron varios millones de dólares en aportes ilegales para las campañas presidenciales de 2006 y 2011 por parte del gobierno del entonces presidente venezolano Hugo Chávez y de la constructora brasileña. Según el Ministerio Público, Heredia ocultó el dinero de Odebrecht “comprando inmuebles“.
Sesión virtual
— Disolución
La fiscalía también solicitó que el partido político del expresidente se disuelva porque fue usado como una banda criminal para recibir el dinero ilegal. La sesión judicial se realiza de forma virtual debido a la pandemia.