París.- Al menos cuatro personas han muerto en Francia por la ola de frío que se prolonga desde el pasado fin de semana y que llegó hoy a su pico con temperaturas de hasta 10 grados bajo cero en varias ciudades y 20 bajo cero en zonas de alta montaña.
Una mujer de 93 años que vivía en una residencia de ancianos de Belley, en el departamento de Ain (este), fue encontrada sin vida a primera hora de la mañana por el repartidor de pan del establecimiento, informó el periódico “Le Progrès».
Los primeros elementos apuntan a que la mujer, que iba vestida con una bata, murió a causa de las bajas temperaturas, que en esa zona llegaron a 10 grados bajo cero.
También se atribuye al frío extremo el fallecimiento de tres sintecho, el último un hombre de 53 años, hallado en parada cardioespiratoria ayer en la chabola donde vivía junto al río Sierroz, en la localidad de Grésy sur Aix (este).
Los otros dos habían muerto durante el fin de semana, uno de 35 años en la ciudad de Valence (sureste) y otro de 62 en un bosque del departamento de Yvelines, en la región de París.
Las autoridades mantuvieron activado el “plan gran frío” para alojar a personas que viven en la calle en 68 departamentos de Francia, casi dos tercios del país.
Las temperaturas durante la pasada noche alcanzaron 10 grados bajo cero en ciudades como Nancy, Besançon o Saint Étienne y 8 grados bajo cero en Estrasburgo.
En París, a primera hora de la mañana se registraron 6 grados bajo cero y sólo algunos puntos de la costa mediterránea, como Tolón, se libraron de las heladas.
En áreas de montaña se llegó a los -20 grados en el pico de L’aiguille du Midi, a más de 3.800 metros de altitud, y a – 19 en la estación de Tignes, también en los Alpes.
En la isla de Córcega nevó la pasada noche incluso al nivel del mar en la ciudad de Ajaccio, algo que también ocurrió ayer en Niza, en la Costa Azul, donde el tráfico aéreo se vio perturbado durante horas.
El termómetro se mantuvo en valores negativos durante todo el día -el más frío de este invierno en Francia- en el norte y en algunas regiones del interior, con máximas de 2 bajo cero en París o 4 bajo cero en Estrasburgo.
La entidad que gestiona las redes eléctricas, RTE, estima que en los picos de consumo previstos esta tarde y mañana se podría llegar a 95.000 megavatios, una cifra superior al máximo del pasado invierno, alcanzado el 20 de enero de 2017 con 94.200 megavatios.
Según la secretaria de Estado de la Transición Ecológica, Brune Poirson, “no habrá apagón de electricidad ni para los hogares ni para las empresas».
A las capacidades propias de producción de 89.000 megavatios -según RTE- se añade un potencial de importación de 2.000 megavatios desde España, otro tanto desde el Reino Unido, otro tanto desde Bélgica y Alemania, 1.100 desde Suiza y 1.000 desde Italia.