En el aeropuerto internacional de Las Américas se ha instalado una sucursal de un reconocido laboratorio clínico privado para hacerles a los viajeros la prueba PCR para descartarles el COVID 19.
Esa decisión parece tener su origen en la disposición de varios gobiernos, como los de Estados Unidos y España, de no permitir la entrada a extranjeros que no presenten resultado negativo a la prueba PCR realizada durante las últimas 72 horas previas a su llegada.
Naturalmente, salvo que no sea la especificación de que la prueba debe realizarla una institución debidamente habilitada por la autoridad sanitaria del país de origen del viajero, dudo mucho que la disposición del país destino especifique alguna marca de laboratorio clínico como entidad única y exclusiva facultada para realizar la prueba.
Sin embargo, aquí en Santo Domingo, hubo la denuncia de que la línea aérea Jet Blue les rechaza las pruebas PCR realizadas a viajeros 72 horas antes de volar a su destino. Las pruebas rechazadas las realizaron laboratorios de centros públicos de salud que tienen la habilitación del organismo rector, el Ministerio de Salud.
Resulta inconcebible que una sucursal de un laboratorio clínico, que por cierto habría que establecer si como manda la Ley General de Salud (42-01) tiene debidamente habilitados por el Ministerio de Salud a la nueva instalación, sus equipos y personal instalados en AILA.
También habría que determinar a qué responde la decisión de la citada línea aérea, la cual estaría ahogándose la potestad de que sea una marca determinada la única que realice la prueba y ella rechazar un análisis clínico realizado por dependencias de la propia autoridad sanitaria nacional.
¡Ojo con eso, autoridades de Salud, ojo con eso! Porque es evidente que ese rechazo podría responder a dos posibles violaciones de la Ley, cual de las dos más grave:
1.- Con el rechazo, implícitamente la línea aérea y la sucursal del laboratorio desconocen la autoridad y la facultad del ente rector para emitir resultados en salud. Eso es sumamente grave. Imperdonable.
2.- Ese rechazo podría tener su origen en iniciativas asociativas para prácticas monopólicas, al obligar a los viajeros a usar sólo un laboratorio para realizarse la prueba PCR en AILA, como resultado de una posible conspiración comercial entre el aludido laboratorio, la administración del aeropuerto y líneas aéreas que vuelan desde y hacia la República Dominicana.
Mientras queda en entredicho la autoridad de la autoridad sanitaria, a los viajeros se las ponen allá, bien lejos, como China y les hacen la vida imposible, al punto de que muchos han perdido sus vuelos ante la imposibilidad de recibir a tiempo el resultado de la prueba, todo porque a algunos sólo les importa ganar ellos.
¿Asunto del capitalismo sangriento y brutal?