Ojo avizor con los estadios

El colapso del techo de la discoteca Jet Set, el pasado martes, con su secuela de muertes, debe servir de advertencia a las autoridades, en especial en el área de deportes, de que hay que mantener sin pausas una estricta, rigurosa e inflexible supervisión del estado físico de las instalaciones, en especial estadios y techados.

No es un secreto para nadie que la mayoría de esas obras están huérfanas de mantenimiento, incluso las más importantes, que albergan a miles de asistentes.

Es tan así, que para la realización de los próximos juegos Centroamericanos y del Caribe Santo Domingo 2026, se ha realizado por necesidad imperiosa, una inversión multimillonaria, debido al deterioro en todos los aspectos.

Si bien es cierto que la mayoría de esas instalaciones tienen décadas de construidas, pero si a ello agregamos que han estado prácticamente abandonadas en términos de mantenimiento, las mismas pueden convertirse en un peligro latente, debido al uso continuo y a la presencia permanente de miles de aficionados.

En los últimos tres años se dio inicio a un programa de supervisión y modernización de instalaciones, precisamente por el progresivo deterioro.

Lo que habría que ver es si ese plan está abarcando todas las obras, en especial los techados y pabellones, construcciones que son las más propensas a reunir a miles de personas en eventos deportivos, religiosos, o de otra naturaleza.

Hay que animar a los habitantes de todos los sectores, en especial donde están enclavadas esas instalaciones, para que se empoderen, con el objetivo expreso de exigir una constante supervisión, para que ni remotamente tengamos que ser testigos de una tragedia igual, parecida o superior a la del pasado lunes, la cual ha dejado traumas indescriptibles en todo el país.