OEA adopta declaración conciliatoria con Venezuela, tras desafío de Almagro

OEA adopta declaración conciliatoria con Venezuela, tras desafío de Almagro

OEA adopta declaración conciliatoria con Venezuela, tras desafío de Almagro

Luis Almagro

Washington.- La Organización de Estados Americanos (OEA) adoptó este miércoles una dócil declaración en apoyo a un diálogo en Venezuela, tomando distancia del secretario general de la entidad, Luis Almagro, quien un día antes invocó la Carta Democrática Interamericana para el país.

Con el consenso de los 34 países miembros, la OEA acordó un texto propuesto por Argentina que insta a un «diálogo abierto» entre el gobierno del presidente Nicolás Maduro y el Parlamento dominado por la oposición, luego de una maratónica sesión extraordinaria de diez horas del Consejo Permanente en la sede del organismo, en Washington.

La declaración también apoya la mediación liderada por los exmandatarios de España, José Luis Rodríguez Zapatero; República Dominicana, Leonel Fernández; y Panamá, Martín Torrijos, y otras iniciativas que conduzcan «de manera oportuna, pronta y efectiva a la solución de las diferencias» en Venezuela.

Aunque Paraguay no se opuso al consenso, expresó su desacuerdo con la declaración por no exhortar a la realización del referendo revocatorio que la oposición impulsa para este año contra Maduro.

«A nuestro criterio, (el referendo) resulta prioritario para que en Venezuela se pueda lograr una solución pacífica», dijo la representante paraguaya Elisa Ruiz, una de las voces más críticas con Venezuela, quien además solicitó a Uruguay llamar a una reunión de cancilleres de Mercosur para analizar la situación en el país petrolero.

El proyecto argentino contaba con el apoyo expreso de 21 países, incluido Estados Unidos, México, Brasil y Canadá, y pudo haber fácilmente pasado en una votación en el Consejo.

Pero en pro del consenso, los países se enfrascaron en extensas negociaciones en las que la delegación venezolana -que había presentado una impopular propuesta de declaración propia- logró incluir el exhorto a que las iniciativas de mediación se realicen en «pleno respeto a la soberanía» del país suramericano.

«Venezuela logró victoria en la OEA», escribió en Twitter la canciller Delcy Rodríguez.

«Absolutamente falsa»

Pero la sesión también evidenció una erosión de la gran influencia cosechada por Venezuela, que en los últimos tres lustros le permitió evitar o ganar votaciones polémicas en el principal foro hemisférico con el apoyo del ALBA y Petrocaribe, y los anteriores gobiernos en Brasilia y Buenos Aires.

Solo Nicaragua, Dominica, Ecuador y Bolivia expresaron su apoyo a Caracas. «Esperamos con gran expectativa que Venezuela sepa aceptar y recoger el ofrecimiento por el bienestar de todos y cada uno de los venezolanos», dijo el representante alternativo de Argentina, Julio César Ayala.

En Buenos Aires, la canciller argentina, Susana Malcorra, dijo este miércoles que su país prioriza el diálogo entre los venezolanos por encima de cualquier otro mecanismo, señalando que «no hay forma de resolver el problema de un país importando la solución desde afuera».

Ayala salió en defensa de su canciller y su postura frente a la crisis venezolana, atendiendo de manera velada comentarios sobre un supuesto plan de Buenos Aires de conciliar con Caracas en beneficio de la campaña de la diplomática a la Secretaría General de la ONU.

«Cualquier especulación que circule sobre las intenciones de Argentina en torno de este tema, que no responda al genuino propósito de ayudar al pueblo venezolano, es falsa, absolutamente falsa y carente de sustento», dijo el representante argentino.

«Los dueños» de la OEA

La reunión ocurrió un día después de que el secretario general de la OEA, Luis Almagro, pidió una «sesión urgente» del Consejo para discutir la crisis «institucional» de Venezuela invocando en un informe la Carta Democrática Interamericana -mecanismo para casos de alteración o ruptura del orden democrático-, lo que el presidente venezolano consideró una «injerencia» y estrategia para provocar una intervención de Estados Unidos.

La canciller argentina, en tanto, afirmó que la Carta Democrática «no necesariamente sirve para resolver la situación de los venezolanos», aunque «cubre un aspecto y será evaluada».

El presidente del Parlamento venezolano, el férreo opositor Henry Ramos Allup, arremetió contra la postura argentina, a la que calificó de «pena» (vergüenza).

Ausente de la sesión, Almagro en cambio recibió en la sede la OEA al dirigente opositor venezolano Carlos Vecchio.

Sin embargo Ecuador, Nicaragua, Dominica y Antigua y Barbuda invocaron al secretario general denunciando la «validez» de su informe, en una evidencia de la clara diferencia de enfoque en la OEA sobre cómo tratar la situación venezolana.

Además, el embajador argentino Juan José Arcuri, que ocupa la presidencia rotativa del Consejo Permanente, le envió un nítido mensaje a Almagro: «Los Estados somos los dueños de esta organización».

Más aún, negó derecho de palabra al jefe de gabinete del secretario general, Gonzalo Koncke. «Cuando estamos hablando de multilateralismo (…), acallar voces no parece la respuesta en la que primero uno piensa», señaló Koncke después a periodistas.