LIMA, PERÚ.-Tentacular y devastador, el escándalo de corrupción en torno al gigante de la construcción brasileña Odebrecht continúa cortando cabezas de líderes latinoamericanos: en Perú, Pedro Pablo Kuczynski es el primer presidente derribado por este caso.
El peruano, apodado “PPK”, se convirtió el miércoles en el primer presidente en ejercicio que renuncia por sus vínculos con Odebrecht, empresa que admitió haber pagado casi cinco millones de dólares a consultoras relacionadas con el jefe de Estado cuando era ministro, entre 2004 y 2013.
Vizcarra, el sustituto
Pragmático, austero y sin vínculos con la élite empresarial o los partidos políticos tradicionales, el primer vicepresidente de Perú, Martín Vizcarra, es considerado un tecnócrata político, una mezcla inusual en la escena peruana.
Su perfil es, paradójicamente, su mayor fortaleza en un país donde la clase política está completamente desprestigiada por escándalos de corrupción.
“Estoy indignado por la situación actual, como la mayoría de los peruanos. Pero tengo la convicción que juntos demostraremos una vez más que podemos salir adelante”, dijo en un tuit la noche del miércoles, con el que rompió su mutismo de casi 20 días, tras la renuncia del presidente Pedro Pablo Kuczynski por sus lazos con Odebrecht.
Actual embajador Perú en Canadá y primer vicepresidente de la República, Vizcarra, con 55 años cumplidos ayer, regresó a Perú anoche para asumir hoy la presidencia del Perú. Completará así el mandato -de cinco años- de Kuczynski hasta julio de 2021, año en el que se cumple el bicentenario de la independencia peruana.
“Es mucho más cuidadoso en la administración de su imagen y mucho más ubicado políticamente”, estima el analista Fernando Tuesta, al compararlo con Kuczynski.
Vizcarra fue ministro de Transportes y Comunicaciones entre junio de 2016 y mayo de 2017, cuando renunció para evitar ser destituido por el Congreso, dominado por el partido Fuerza Popular (derecha populista), que lidera Keiko Fujimori.
Siendo ministro sorprendió más de una vez por almorzar junto al personal en el comedor del ministerio.
Quienes lo conocen resaltan su sencillez y aseguran que es un meticuloso gestor, cuidadoso con el gasto público y un convencido de que el desarrollo empieza por la educación.
En 2016 el entonces aspirante a la presidencia Pedro Pablo Kuczynski lo invitó ser candidato a la primera vicepresidencia para atraer el voto de las regiones del sur peruano. Vizcarra aceptó tras desechar propuestas del APRA y de la fujimorista Fuerza Popular.