Al paso de los años, se han ido sumando más vendedores ambulantes que se apostan en la intersección que comprenden las Avenidas Charles de Gaulle con Hermanas Mirabal.
SANTO DOMINGO.– El comercio informal ha ocupado las aceras y las calles de los alrededores de la parada del Metro Mamá Tingo en Santo Domingo Norte ante la mirada indiferente de las distintas administraciones que ha tenido el cabildo del lugar.
Al paso de los años, se han ido sumando más vendedores ambulantes que se apostan en la intersección que comprenden las Avenidas Charles de Gaulle con Hermanas Mirabal.
Los vendedores han convertido el lugar en un mercado improvisado aprovechando el flujo de personas que garantiza la citada intersección que comunica los sectores de La Victoria, El Dorado, Villa Marbón, Vista Bella, entre otros y que conecta por igual con el municipio de Santo Domingo Este.
Se venden artículos comestibles y del hogar ofertados a precios populares y provocando a la vez, la aglomeración de personas en el marco de la crisis sanitaria generada por la pandemia del Covid-19.
Las aceras han sido invadidas por vendedores y clientes obligando a los transeúntes a lanzarse a las calles y por consiguiente causando caos en el tránsito vehicular.
Esta situación ha hecho de la zona un espacio cada vez más parecido a la avenida Duarte.
“A veces uno compra pero otras veces está rápido y tiene que lanzarse a las calles para avanzar”, dijo a EL DÍA, una mujer que se hizo nombrar como Priscila Pichardo.
Otro transeúnte sugirió aprovechar la medida del toque de queda para reubicar a los vendedores en otro lugar pues “de lo contrario a esa gente después va a ser difícil sacarlas de ahí”.
El Alcalde de SDN, Carlos Guzmán, informó que en la actualidad desarrolla una campaña de recuperación de los espacios públicos en todo el municipio y que en su momento buscará una salida oportuna a la situación antes descrita.
“A mis hijos y a mí se nos hace difícil poder caminar por las aceras sin tener que bajar a las calles”, dijo Aneudi Buret, un transeúnte. Agregó que es consciente de las intenciones de liberación de zonas de uso público que ha prometido el cabildo pero que espera que la misma no se quede en deseo.
Una persona cercana al alcalde confirmó que diariamente el cabildo recibe decenas de denuncias similares a la de Buret.