Obispos expresan preocupación por la corrupción en el país

Obispos expresan preocupación por la corrupción en el país

Obispos expresan preocupación por la corrupción en el país

SANTO DOMINGO.- La Conferencia del Episcopado Dominicano expresó este martes preocupación por los niveles de corrupción en el país, que priva a la población de recursos económicos que deberían ser destinados para satisfacer sus necesidades básicas como son educación, vivienda, alimentación, salud, seguridad, justicia y salarios dignos.

En su carta con motivo del Día de la Altagracia, la cual tiene como tema “Sean misericordiosos como su padre es misericordioso”, el Episcopado expresó que la impunidad es la mejor manera de incentivar a los corruptos a apropiarse de los bienes del pueblo y de mal educar a las nuevas generaciones.

Enfatizó que otro gesto de inmisericordia, que va en detrimento del desarrollo, es el cobro de “peajes” a los inversionistas, que en vez de estimulárseles se les ahuyenta.

«La corrupción crea una escandalosa situación de inequidad y desigualdad social, ensanchando la brecha entre personas que se han hecho ricos como por arte de magia, sin otra justificación que haber pasado por el tren administrativo público y una gran mayoría de personas honestas que apenas logran sobrevivir con el esfuerzo de toda una vida de trabajo», dijeron.

Indicó que este es un país donde no faltan las leyes, pero no siempre son respetadas y aplicadas o se aplican a los ciudadanos de una manera muy selectiva.

«Estamos iniciando el 2016, un año de contienda electoral en el que se elegirán a los servidores públicos a nivel Ejecutivo, Legislativo y Municipal, del país. Nos preguntamos qué podría aportar la virtud de la misericordia en este mundo tan particular», sostuvieron los obispos.

Agregaron que «percibimos la devaluación de la credibilidad en el ejercicio de la política. La gente percibe que la política es un negocio de fácil enriquecimiento para unos pocos que logran escalar a puestos dirigenciales en el tren gubernamental, y no un ejercicio de servicio a la sociedad y al bien común».

Consideraron altamente preocupante el alto nivel de violencia que ha ido permeando todas las esferas sociales del país, desde la familia con los feminicidios, hasta los secuestros y el sicariato.

«Segar la vida de un ser humano por un simple celular, hasta tener que soportar la vergüenza de presenciar la implicación en no pocos hechos delictivos de miembros de las mismas instituciones encargadas de garantizar el orden público y combatir la violencia, así como de la seguridad ciudadana y nacional», manifestaron.

Los religiosos se refirieron además al tema del aborto, tras precisar que la vida, ese don supremo de Dios, es amenazada desde el mismo seno materno así como también por el creciente clima de violencia.

«Nuestra madre tierra también clama misericordia ante las despiadadas agresiones sistemáticas de las mineras, la extracción de arena de los ríos y la deforestación de sus orillas, la reducción a cenizas por manos criminales de muchos de nuestros bosques, la tala indiscriminada de árboles en nuestras reservas naturales con fines comerciales, en fin, por la brutal depredación a que está siendo sometida la madre naturaleza en nuestro frágil ecosistema insular», precisaron.



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