BUENOS AIRES, Argentina.-El Obispo de San Isidro, en la periferia norte de la ciudad de Buenos Aires, monseñor Jorge Ojea, pidió perdón y anunció una reparación a víctimas de pedofilia por parte de un sacerdote de su diócesis, en un hecho inédito en la historia de la Iglesia Católica en Argentina.
«La comunidad diocesana de San Isidro, y de un modo especial el Obispo y su presbiterio, piden públicamente perdón a los jóvenes que han sido afectados por estas conductas realizadas por un sacerdote de nuestra diócesis, el Padre José Mercau», señaló este viernes la Agencia Informativa Católica Argentina (AICA) en su página web.
Mercau, detenido desde hace siete años y cumpliendo una condena de 14 años por pedofilia, era párroco de la iglesia San Juan Bautista, de la diócesis de San Isidro, y estaba a cargo de un hogar que albergaba a niños de la calle.
El comunicado también señala la voluntad del obispado de resarcir a cuatro varones que presentaron la denuncia contra el sacerdote, aunque aún no trascendió el monto de la indemnización.
«Se ha llegado a un arreglo económico y el obispado venderá alguna de sus propiedades para concretar los resarcimientos», sostuvo el padre Máximo Jurcinovic, vocero del obispo, al canal de noticias C5N.
Esta es la primera vez que la Iglesia voluntariamente asume la responsabilidad de efectuar una reparación económica, aunque este año la diócesis de Quilmes (periferia sur) fue condenada por la justicia a indemnizar a víctimas de abusos, pero aún no lo concretó. La venta de bienes por parte de la Iglesia para pagar indemnizaciones por casos de abusos no tiene precedentes en Argentina, aunque sí en Irlanda, Alemania y Estados Unidos.
En Boston, el actual cardenal y consejero del papa Francisco, Sean O’Malley, vendió la residencia del arzobispo para resarcir a las víctimas.
Jurcinovic dijo que Mercau sigue siendo sacerdote porque aún no terminó el proceso canónico mediante el cual el Vaticano debe juzgarlo.
Desde su llegada al Vaticano en marzo pasado, Francisco, el primer papa argentino y latinoamericano, manifestó su voluntad de enfrentar la pedofilia en la institución.
En ese marco, anunció hace dos semanas la creación de una comisión para ayudar a las víctimas y evitar nuevos casos, luego de reiterados escándalos que sacudieron la Iglesia.
«Las secuelas que deja el abuso sexual en el futuro de los niños y de los jóvenes no se pude medir. Su vida vincular y afectiva queda lastimada en lo más hondo por la violación de su intimidad. la conducta del que abusa también hiere a todo el cuerpo de Cristo y quiebra la confianza en la comunicado», señala el comunicado.