GINEBRA.- El gobierno de Barack Obama pidió al mundo combatir la discriminación hacia los homosexuales y lesbianas, al tiempo que señaló que Washington utilizará su diplomacia y ayuda exterior para respaldar su insistencia de que los derechos de los gays son idénticos a otros derechos humanos.
En un lenguaje inusualmente fuerte, la secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton comparó la lucha de los gays por lograr la igualdad al difícil camino hacia los derechos civiles y de la mujer, y dijo que las tradiciones culturales o religiosas de un país no son una excusa para la discriminación.
«Los derechos de los homosexuales son derechos humanos y los derechos humanos son derechos de los homosexuales», dijo. «Nunca debe ser un delito ser gay».
Entre la audiencia había diplomáticos de países árabes, africanos y otras naciones donde la homosexualidad está tipificada como delito o donde la brutalidad y discriminación contra los gays se tolera o alienta.
Muchos de los embajadores en el público mantuvieron el rostro rígido y se apresuraron a salir de la sala tan pronto como Clinton terminó de hablar.
Obama ordenó al Departamento de Estado y otras agencias asegurarse de que la diplomacia y la ayuda exterior estadounidense promuevan los derechos de los gays y combatan la discriminación.
Pero no hay consecuencias específicas nuevas para los que tengan pobres resultados, lo que significa que la directriz es más un reto que una amenaza para otros gobiernos.
Al anunciar la política, Estados Unidos no mencionó países específicos con malos antecedentes en cuanto a los derechos de los homosexuales, aunque un informe anual del Departamento de Estado sobre los derechos humanos a nivel mundial ha citado abusos contra los gays por países amigos de Washington, como Arabia Saudí.
La Casa Blanca dijo que el anuncio del martes es la primera estrategia del gobierno de Estados Unidos para combatir las violaciones a los derechos humanos de homosexuales y lesbianas en el extranjero.
El discurso en Ginebra, sede del organismo de las Naciones Unidas para los derechos humanos, también forma parte del esfuerzo del gobierno de Obama para acercarse a gays y lesbianas, una parte central del electorado demócrata en su país.