El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, defendió su plan de frenar la ambición nuclear de Irán al asegurar que las sanciones económicas contra el gobierno de Teherán han tenido un efecto enorme y que seguirá la consulta a otros países sobre medidas para impedir que Irán compre armas nucleares.
Obama expresó confianza en que Rusia y China en particular comprendan la amenaza que representaría un Irán con armas nucleares y señaló que sus líderes estuvieron de acuerdo en que no se puede permitir que Irán utilice su programa nuclear para construir armas atómicas.