SANTO DOMINGO.-Monseñor Agripino Núñez Collado entiende que en estos momentos el liderazgo político debe hacer lo necesario para que las elecciones se puedan hacer con todas las garantías y para eso hay que tener confianza en el organismo encargado del montaje que es la Junta Central Electoral.
Como dicen: el qué ganó, ganó, y para eso no podemos ir a una contienda con el árbitro desacreditado”, dijo Núñez.
Núñez Collado expresó que ante los cuestionamientos que ha venido enfrentando la Junta por parte de algunos actores del sistema, su presidente, Julio César Castaños Guzmán le habló recientemente sobre la posibilidad de una comisión de veedores en el proceso.
A la petición de la Junta, el religioso contestó que esas son épocas superadas y que jugaron su papel en elecciones de 1990, 1994 y 2004, en los que a él el tocó coordinar la comisión de seguimiento y asegura que ya son épocas superadas.
En ese sentido, hizo un llamado a los líderes políticos de este tiempo a que asuman el papel de tener confianza en la Junta Central Electoral y si tienen argumentos que sean válidos que los planteen en la propia Junta, pero que no traten de desprestigiarla en los medios, ya que no es conveniente para el proceso y la democracia que se está construyendo.
“En esa época habían comisiones de seguimiento y yo creo que a estas alturas no deberíamos de repetir épocas que se suponen superadas”, expresó el religioso católico.
Líderes comprometidos
Dijo que más que nunca el país necesita que sus líderes piensen en el país y miren a los antiguos líderes Joaquín Balaguer, Juan Bosch, José Francisco Peña Gómez y Antonio Guzmán, entre otros, quienes que aún con todo y la pasión con que realizaban sus discursos pensaban en el bien de la nación.
Dijo que por encima de todo se debe tratar de que este proceso electoral, lejos de que el sistema democrático sufra, salga fortalecido.
“Y eso es responsabilidad de los partidos políticos que deben ser los mejores aliados de la Junta Central Electoral.
Aseguró que la Junta necesita apoyo de la población, y principalmente de las organizaciones políticas.
No apelar a violencia
El religioso considera que los partidos deben propiciar la paz en el país, por lo que no será bueno apelar a la violencia en estos momentos.
Pide a los políticos pensar en el país y el bien de sus propios hijos, porque nunca la violencia es amiga ni debe ser una compañera para un líder político, ni provocar o apelar a ella. “ Vamos a pedirle a la Virgen de la Altagracia que ilumine a nuestros políticos, que ilumine a todos los que tienen responsabilidad del mantenimiento de la paz “ sostuvo el prelado católico.
En ese sentido, dijo que después que pasen los procesos electorales a los que se enfrentará el país, la clase política debe olvidar las pugnas que pudieran generarse y velar por los mejores intereses de la República Dominicana, para que se creen las condiciones para el fortalecimiento de la vida en democracia.
Aportes de Agripino
El religioso ha sido educador, administrador universitario y un mediador valorado por la sociedad por intervenir en diversas crisis que han afectado a la sociedad dominicana.
Impulsó y dirigió, desde 1985, el Diálogo Tripartito que hizo posible el nuevo Código de Trabajo, promulgado en 1992; el Pacto de Solidaridad Económica (1990), el Acuerdo por una Campaña Electoral en un Clima de Paz, el Pacto de Civilidad y el Pacto por la Democracia (1994).
El líder religioso reveló en conversación con EL DÍA que en sus años de seminarista imaginaba que trabajaría en una parroquia con gente sencilla de su pueblo o en Santiago. “Sin embargo, los planes de Dios no son los nuestros”, dijo Agripino.
El libro
Sus Memorias
En el libro “Ahora que puedo contarlo… Memorias”, monseñor Agripino Núñez Collado narra su vida personal y su participación como mediador en múltiples sucesos en el país.