
Santo Domingo.-Momentos antes de iniciarse la misa de cuerpo presente oficiada ayer al legendario fundador y director de EL DÍA, Rafael Molina Morillo, en la funeraria Blandino, pocos familiares y allegados que le daban un último adiós podían contener las lágrimas.
Al parecer afloró la debilidad que embarga a cada ser humano que se resiste a perder de manera definitiva, al menos físicamente, a un ser preciado como fue el laureado profesional.
Y mientras la impotencia emocional se adueñaba de quienes se aglutinaron en la Capilla A para rendir tributo al que en vida se desempeñó como abogado, periodista, escritor y diplomático, el Nuncio Apostólico del Papa, Jude Thaddeus Okolo, reveló las fortalezas que “adornaban al doctor Molina” y le daban firmeza en su oficio.
Evidenciando que le dejó claro que cada quien debe seguir trabajando con fe, sin importar quizás la extenuación que sienta por algún motivo, reveló por primera vez las impresiones y consejos que le dio el doctor Molina a su llegada al país, haciendo olvidar y hasta reir a los presentes, al recordar las críticas de la prensa cuando lo designaron en la Nunciatura y ofreció una misa en Capotillo.
“Me dice: tranquilo Señor Nuncito (jajaja.. usted conoce a la prensa) échele su manera amable y use la ternura; entonces Señor Nuncito esté tranquilo, todo pasa, Dios va a bendecir su misión en esta tierra, era la bendición que él me enviara a través del teléfono ”, narró como pidiéndole que perdonara a sus colegas en su nombre, ya que sabia perdonar a los que hieren y disfrutar de los que aman.
