Nuevos influencers no son tan nuevos: tienen más de 70 años

Nuevos influencers no son tan nuevos: tienen más de 70 años

Nuevos influencers no son tan nuevos: tienen más de 70 años

Sandra Sallin, una mujer de 80 años activa en las redes sociales, en su casa en Los Ángeles el 20 de agosto de 2021. Inspirándose a sí mismos y a otros, un número creciente de personas mayores de 70 años está incursionando en las redes sociales, acumulando tantos seguidores que se han convertido en "influencers" (Foto AP/Chris Pizzello)

NUEVA YORK (AP) — Joan MacDonald tenía 71 años y estaba mal de salud. Ella tenía sobrepeso y debía tomar pastillas para el colesterol, la alta presión y los problemas renales. Su hija le advirtió que quedaría inválida si no cambiaba su estilo de vida. Así que lo hizo: fue al gimnasio por primera vez y empezó a cuidar la dieta con ayuda de una nueva herramienta: su iPhone. Hoy en día, con 75 años a cuestas, MacDonald goza de buena salud, de un cuerpo atlético y de 1,4 millones de seguidores en Instagram.

Ella es una de una creciente lista de personas mayores de edad que han acumulado una fanaticada sustancial en las redes sociales, con ayuda de personas mucho más jóvenes. “Es tan raro encontrar a alguien de esa edad que haga todas esas cosas”, comentó una de las seguidoras, Marianne Zapata, quien vive en Larchmont, en el estado de Nueva York y tiene apenas 18 años. “Es algo sumamente positivo en lo que pensar”, añadió.

Inspirándose a sí mismos y a otros, los influencers mayores (apodados “grandfluencers” en inglés, una palabra híbrida de grandparents —abuelos— e influencers) están incluso monetizando su incursión en las redes sociales. MacDonald ahora tiene contratos de promoción con la marca de ropa deportiva Women’s Best y con el dispositivo antiestrés Sensate. Incluso tiene su propia app de cuidado de la salud, apenas poco después de que ella misma aprendió cómo usar ese tipo de tecnología.

En TikTok, cuatro amigos que se autotitulan @oldgays —el más joven de ellos tiene 65 años— tienen 2,2 millones de seguidores, entre ellos Rihanna. Tienen un contrato de promoción con Grindr y deleitan a sus seguidores con su cómica ignorancia sobre la cultura popular. Otros se enfocan en la moda y belleza, recomendado productos en Amazon y ofreciendo cursos sobre maquillaje.

Lagetta Wayne, a sus 78 años, ha recibido mensajes de adolescentes pidiendo que sea su abuelita, mientras cultiva vegetales y los cocina en su casa en Suisun City, California, como @msgrandmasgarden en TikTok. Wayne, quien ha acumulado 130.500 seguidores desde junio de 2020, le debe su éxito en las redes sociales a su nieta adolescente. Su primer video, en que ofrece un paseo por su jardín, recibió 37.600 clics de aprobación.

“Un día mi jardín se veía muy bien. Me emocioné y le pedí a mi nieta que me tomara unas fotos”, relató Wayne. “Ella me dijo que las iba a poner en TikTok. Y yo respondí `¿qué es TikTok?’ Yo jamás había escuchado de eso”.

La mayoría de las personas mayores de 50 años usan la tecnología básicamente para mantenerse en contacto con familiares y amigos, según un sondeo tomado en 2019 por la organización de jubilados AARP, pero menos de la mitad de ellos usan las redes sociales a diario para ese fin y usan más que nada Facebook. Sólo el 37% de las personas mayores de 70 años usaban las redes sociales a diario en 2019, según el sondeo.

Durante la pandemia, sin embargo, ha aumentado la cantidad de personas que se aventuran a otras plataformas, muchas veces influenciadas por personas de su misma edad, indicó Alison Bryant, vicepresidenta de AARP.

En Cathedral City, California, Jessay Martin, de 68 años, es el segundo “más joven” del grupo Old Gays. “Yo creí que iba a pasar el resto de mis días relajándome, pero esto está cobrando fuerza. Yo antes tenía mi semana bien estructurada: El lunes iba a trabajar en el almacén del centro de ancianos, el martes y viernes hacía yoga durante hora y media, miércoles trabajaba como recepcionista en el centro.

Se me pasaban los días, sin socializar, sin ver a otras personas ni involucrarme en la comunidad gay, pero Dios mío, esto de los Old Gays lo ha cambiado todo”, expresó Martin. Al igual que MacDonald, los Old Gays han pulverizado los estereotipos que existían sobre la vida de los ancianos. “Están demostrando que cualquiera puede hacer estas cosas, que no hay que tenerle miedo a la vejez, eso es algo que los jóvenes no saben”, afirmó Bryant.

“La autenticidad que estamos viendo en estos influencers ancianos es realmente refrescante. Es parte de la complejidad de sus experiencias, están trayendo otras áreas de su vida a ese campo. Son abuelos, bisabuelos, cónyuges. Cada vez se sienten más cómodos con su propia identidad”, añadió.

Sandra Sallin, una bloguera y artista, ha acumulado paulatinamente un público de 25.300 seguidores en Instagram. Recientemente, se sumó al grupo el clavadista olímpico británico Tom Daley, quien expresó admiración por el pastel que hizo.

Sallin, fanática del lápiz labial que expone sobre sus experiencias en cuanto a belleza y cocina, también comparte fotos de su pasado y otras experiencias, como cuando voló en una avioneta antigua el año pasado. Toby Bloomberg, residente de Atlanta de 69 años, es una de las seguidoras de Sallin, a quien descubrió cuando la vio en el programa “Clash of the Grandmas” del canal Food Network.

“Ella habla bastante sobre la vejez. Eso es muy inusual en las redes sociales donde obviamente la mayoría de la gente es joven”, comentó Bloomberg. De hecho, fue la experiencia de envejecer lo que atrajo a Sallin a las redes sociales. “Quise ampliar mis horizontes. Me sentía cada vez más vieja, que mi mundo se achicaba, que mis amigos se estaban enfermando o que se estaban mudando a otra parte”, recordó.

“Así es que comencé mi blog porque quería comunicarme con otros. Y a partir de allí me enteré de esto que se llama Instagram”, añadió. “En realidad fue por puro accidente. Me sorprende ver que mis seguidores son gente 30 o 40 años más jóvenes, pero también hay más viejos, que están hartos y que ahora dicen `¿Sabes qué? Voy a empezar a ponerme lápiz labial”’.