Nueva York.- Nueva York lució hoy los colores del arco iris en una multitudinaria marcha en la que se mezcló la celebración de orgullo gay y el duelo por la reciente matanza en la ciudad de Orlando.
Los cálculos iniciales indican que cerca de 30.000 personas participaron este año en el Desfile de Orgullo Gay, la edición más multitudinaria que se recuerde en esta ciudad, que lleva desde 1970 lanzándose a la calle para celebrar la diversidad sexual.
Se trata de un movimiento de la comunidad de homosexuales, lesbianas, bisexuales y transgénero (LGBT) que surgió a raíz de las protestas que derivaron después de una histórica redada en el bar Stonewall Inn, en el barrio de Greenwich Village, en 1969.
Pero este año, la celebración se mezcló con el dolor generado por el asesinato de medio centenar de personas en una discoteca de Orlando (Florida) frecuentada por homosexuales y perpetrada por un simpatizante del grupo terrorista Estado Islámico (EI).
“Esto no es sólo una celebración de amor, sino un rechazo al odio”, afirmó el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, en unas declaraciones a los periodistas antes de que comenzara el desfile, que se prolongó por varias horas y recorrió unos 4 kilómetros.
“Cada vez que hablamos sobre los valores de Nueva York, hablamos de respeto y de inclusión de toda la gente”, agregó. Fotos de las víctimas, unas llevadas por personas con velos y vestidas de riguroso blanco, portadas otras por un grupo de mujeres motoristas o por participantes diversos en la marcha, ocuparon un lugar especial en el desfile de hoy.
Sus nombres también quedaron estampados con tiza en el asfalto. “Queremos que ese terrible momento se recuerde”, afirmó el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, uno de los participantes en el desfile de hoy, junto con el alcalde De Blasio y otros representantes de la ciudad.
Cuomo había anunciado previamente que Nueva York destinará un millón de dólares para levantar un monumento para recordar a las víctimas de Orlando y de todos los actos de odio contra la comunidad LGBT, aunque aún no se ha definido con precisión dónde se colocará.
También se vinculó brevemente la aspirante demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, quien hoy adornaba con los colores del arco iris la imagen de su cuenta de la red Twitter.
Y entre los participantes en la marcha se encontraba también Barbara Poma, la dueña de la discoteca de Orlando donde se produjo la matanza, que había llegado días antes a esta ciudad para participar en otros actos.
El recuerdo a esa masacre comenzó antes del desfile, ya que dos minutos antes de que empezara los participantes que ya estaban firmados guardaron un momento de silencio en recuerdo de las víctimas.
Este año, y con el antecedente de Orlando, la policía montó un despliegue de seguridad mayor, con un refuerzo de efectivos, lo que en un principio había generado disconformidad entre una comunidad que acumula décadas de recelos hacia las fuerzas de seguridad.
En todo el recorrido destacaron las banderas del arco iris que identifican al movimiento LGBT, portadas en manos, bicicletas o motocicletas, así como en algunos vehículos que transportaban a los tres “grandes mariscales” del desfile.
Uno de ellos era el refugiado sirio Subhi Nahas, uno de los fundadores del movimiento LGBT en su país y que ahora trabaja en campos de Turquía donde se encuentran muchos sirios que han abandonado su país huyendo de la guerra que estalló en 2011.
“En otros lugares se persigue y se asesina a los homosexuales por lo que son, por lo que era esencial que llegara aquí”, dijo a los periodistas Nahas.
La marcha, que se vio favorecida por una jornada soleada, estuvo adornada con globos multicolores, carrozas con motivos de la comunidad homosexual, mucha gente con floridas vestimentas y pancartas o carteles de orgullo y rechazo del odio.
“No viviremos con miedo”, decía uno de esos mensajes, rodeado con los colores del arco iris.