No estoy en total desacuerdo con que nuestros vecinos occidentales organicen y celebren en nuestro territorio el homenaje que mejor les plazca, siempre que respeten el decoro y las buenas costumbres, y que el acto no tenga lugar en instalaciones consideradas como símbolos nacionales.
Los aludidos vecinos pretendieron recientemente cumplir el deseo de celebrar un acto dedicado a J.J. Dessalines, su tirano por excelencia, quien se proclamara Emperador bajo el nombre de Jacobo I, y encabezara varias invasiones contra nuestro país, todas fallidas, y aquellas famosas masacres que la Historia ha dado a conocer como los “Degüellos de Moca y Santiago”.
Lo más triste de esto es que haya sido la Universidad Autónoma de Santo Domingo el lugar del cual ellos se hayan antojado para montar su provocación ante nuestras atónitas narices.
Un Templo como nuestra Alma Mater, que fuera cerrado precisamente por ellos en el siglo XIX, y que ha sido por siempre el más decidido defensor de la dignidad nacional dominicana, ha sabido negarle sus salones, con justa razón, a todo cuanto oliere a abuso, a ultraje, a colonialismo o a imperialismo.
Pero extrañamente, tan augusta academia luce en la actualidad inclinada, más de la cuenta, hacia la complacencia con quienes todavía hoy se comportan como enemigos viscerales de la nación dominicana.
Y, dándonos una desagradable sorpresa, les ha cedido sus respetables salones para que monten en ellos un homenaje al tristemente célebre tirano ya indicado.
¡Qué pena que nuestra “intelligentsia” no esté entendiendo con la prontitud debida la partitura que ha encontrado en el atril! ¡Y qué pena que cada día y ante cada materia nos mostremos tan amilanados!!!
Me gustaría saber si Haití nos permitiría el uso de sus mejores academias para hacerle allí un homenaje al verdugo que, en su momento, logró poner las cosas medianamente en su lugar, aparte de cobrar apenas simbólicamente los degüellos de Moca y de Santiago.
Me gustaría saber si a ellos les gustaría. Pues a nosotros, aún gustándoles a ellos, no nos gustan sus Toussaint y sus Desallines en nuestros predios.