Santo Domingo.-El junte de Raymond Pozo y Miguel Céspedes ocurrió por accidente. En 1994, estando el primero en el cuadro de comedia del canal 4 y el segundo en Telemicro, ambos canales tenían shows de humor en las noches.
Ellos se inventaron una competencia para llamar la atención del público y los directores de ambos grupos ponían a Pozo a cerrar con una comedia en el 4 y a Miguel lo mismo, pero en el cinco.
Más de 20 años juntos
Ellos se dieron cuenta de que los estaban usando para el cierre, se juntaron, se creyeron que eran los mejores porque los ponían a cerrar y decidieron formar el grupo Explosión, y desde 1996 no se han separado nunca.
Según Raymond Pozo, ese matrimonio ha permanecido por tanto tiempo porque han separado el dinero y la fama de la amistad.
Tampoco existe el ego ni la avaricia entre ellos y no administran dinero, porque se puede ser amigo lejos del dinero y la fama.
“Lo que pasa entre nosotros es que tenemos el negocio más aventajado que puede haber, que no hay negocio. Las cosas que causan problemas y división es donde hay negocio.
Nosotros no somos negociantes, ni somos administradores, ni tenemos que ver con dinero ni fama.
Nosotros tenemos una visión y es porque creemos en una convicción que Dios puso en nosotros, de poder encontrarnos y poder ser ejemplo para la sociedad y la nueva generación”, dijo Pozo.
La repartición de las ganancias es la siguiente. Si Miguel quiere pagar su casa, se van de gira a Nueva York y si Raymond quiere comprarse un carro hacen lo mismo.
El dinero que ganan lo depositan en el banco para cuando alguno de los dos tenga una necesidad.
Se mantienen del salario que ganan en Telemicro y además de las marcas de empresas que les pagan por ser talentos de estas.
Humorista de niño
Su vida humorística se remonta quizá a la década de los 70, cuando hacía chistes en las escuela o en los grupos de amigos, pero no con las pretensiones de algún día llegar a ser un humorista de fama, aunque tenía sus aspiraciones, pero lo veía más como un sueño.
“El humor nace con uno, porque yo siempre fui el cómico de la familia y de la escuela”, cuena.
Al pasar el tiempo y ya siendo un jovencito, se atrevió a participar del Festival de la parodia y el humor, bajo la producción de René Fiallo, en 1989, donde no ganó ninguno de los peldaños favoritos, que eran primero y segundo lugar.
Sin embargo, Fiallo tuvo la visión de creer en él, lo alentó y le dijo en los camerinos: “Súper, no te preocupes, que yo te voy a ayudar”. Esas palabras le dieron el ánimo más importante a Pozo, quien se fue a su casa como si hubiese ganado el primer lugar. Luis Crucier, un colega que se lo llevaba para su casa a comer porque no tenía ni para eso.
Alejados de la política partidista
Raymond Pozo expresó que todos los partidos políticos mayoritarios les han ofrecido cargos políticos y esto se intensificó mucho más cuando fueron de visita donde el presidente Danilo Medina, uno para agradecerle que le hizo las calles de su comunidad y otro a pedir que haga las de su pueblo.
A partir de ahí los políticos pensaron que se trataba de otra cosa.
“El Presidente nos preguntó que qué queríamos, le dijimos que Miguel vino a agradecerle que le había hecho la carretera de su pueblo y yo a pedirle la de Jamey, el mío. No la ha hecho, pero aún es Presidente y confío en que la hará”.