Mientras mucha gente se preocupa realmente dizque por una guerra con los vecinos u otras barbaridades exacerbadas por algunos medios, me fascinó leer en el Listín que un estudiante del Instituto Politécnico Loyola ganó una medalla de bronce en la 38va Olimpiada Iberoamericana de Matemáticas, la semana pasada en Brasil.
Gianmarco Sangiovanni compitió con jóvenes de América Latina, España y Portugal y fue el único dominicano premiado, aunque tuvimos 82 participantes.
Encima de aplicado, luce humilde, pues dijo que, aunque sus compañeros lo consideran un genio “cualquiera que decida poner el esfuerzo puede alcanzarme y superarme.
Los verdaderos genios están mucho, mucho más lejos”. El fomento de la excelencia en la educación y la instrucción, especialmente en el sector público, son de las más sentidas necesidades para que podamos seguir progresando.
Ojalá el chapeo iniciado esta semana en el INABIE continúe por todo el Ministerio de Educación.
Al país le sobran artistas urbanos, peloteros, políticos y quizás hasta periodistas y abogados, pero ¡cuánta falta hacen más Gianmarcos!