» Para ser realmente grande, hay que estar con la gente, no por encima de ella», Barón de Montesquieu / Charles-Louis de Secondat
Hemos ido a las urnas. Votamos. Corrimos hasta el riesgo de contagiarnos, el Gobierno nuevo lo sabe.
Si votamos de la forma que lo hicimos, dimos signos claros de que algo queríamos construir…
Y ha sido tanto el deseo, que es muy probable que están elecciones tengan mártires anónimos del cambio
, aunque eso se olvide…
Esa idea anterior es el puente que ahora deben tender los que votaron y el nuevo gobierno.
Sin ese puente, ni uno ni otro puede caminar en medio de esta niebla cuya espesura es tan densa como el Londres del Támesis
Para hacer ese puente al gobierno le haría falta: firmeza, transparencia y condolecerse de sus votantes.
Sus votantes, a su vez tendrían que aportar: madurez, no creer en rumores interesados del antiguo régimen y saber que ahora si es verdad, que debemos cerrar el camino malo, todo lo otro era un cuento de Balaguer que nos trajo donde estábamos y ahora lo miramos atrás, pero eso no basta: para empujar ese pasado hacia su pasado de verdad, hay tareas titánicas por hacer y muchas…
Con los elementos que propongo más arriba, se podría hacer una alianza para que no se pierda todo lo que se aspiró al votar contra todo miedo, el pasado 5 de Julio…
El cambio es acción por acción, sin ella el cambio es palabras al viento, irritantes…
Cuando la historia como ciego bobo en la sociedad te pasa por arriba, eres un cadáver en vida.
Sé lo que hay en el PRM, tengo edad suficiente para saber que este ejercicio de concesión que propongo tiene sus peligros de candidez, pero eso fue lo que gente votó, a ello me atengo y ese es el contexto que ahora vive la República Dominicana, el drama es su interpretación sin manipulaciones que solo aporten
confusiones y más caos innecesario…
¿Empresarios que no fueron generosos ante la Pandemia ni con sus recursos propios serán generosos desde el poder ganado en nombre de la democracia?…
Poner las cosas claras, ahora ayuda más que nunca: la endogamia familiar del poder que se advierte si se convierte en la identidad por excelencia del gobierno, hacia fuera, hacia los más no hay posibilidad alguna de que esa gente que votó por un cambio, sienta que su perfil es ese, decirlo a la franca no es pecado alguno, todo lo contrario: ayuda para que las seudo complicidades sociales, no causen más averías de las necesarias a un gobierno que tiene muchas espinas en el sendero y camina descalzo y de noche…
Mi buena fe, no me impide entender los giros de la historia: el gobierno sin usar el miedo como el anterior, debe hacer entender a la población todo lo que está en juego, pero todo.
Un equipo sin objetivos claros, no llega ni a empatar un juego.
Vivimos un momento nacional, de grandes tensiones, los errores si fueran necesario para entender, deben ser mínimos con urgentes correcciones.
Las elecciones ya pasaron, pero la coyuntura, el contexto mismo de esas elecciones permiten entender que el compromiso de la alianza arriba señalada, ahora es más crucial que nunca.
Las coyunturas que hicieron posible este gobierno, obligan a la gente que piensa ahí dentro a entender algo muy simple: el Gobierno en su lucha cotidiana, libra una batalla para que en un pulso de soldados romanos, ese 53% no piense que es mejor jugar al pasado de nuevo, como si una nueva cita electoral fuero vista como un juego de dominó callejero, o peor : como una nuevo fiestón sin sentido de la historia, negando pasos ciudadanos que han sido importante para otra construcción social.
En los momentos claves de la historia, cuando sobrevivir a lo peor era necesario, nadie con miedo pudo superar los avatares del destino: El gobierno tiene los instrumentos para galvanizar voluntades, demostrando con acciones, la fuerza de su nueva voluntad, ello es un imperativo.
No estoy pidiendo que la Diape se invente un paraíso que obviamente no existe, o que se utilice la televisión con gigantes loros aztecas, para repetir mentiras incalificables, de lo que se trata es de movilizar a la población con la verdad de lo que se encontró, dejando claro que, a menos corrupción, menos difícil sería todo lo que hay que llevar adelante…
hacia
Es probable que como el revanchismo es la postura más fácil ante los retos colectivos, la oposición que se ceba en los errores para aguardar » un retorno «, apueste a lo peor, como si cada derrota o incompetencia involuntaria del Gobierno fuera su victoria de cada día, a ellos habrá que recordarle la famosa frase de los últimos tiempos de la dictadura franquista: «Señor Conde, cuando un bosque se quema, algo suyo se quema «…(CFE)