California fue uno de los estados en donde los norteamericanos con el ‘Obamacare’ realizaron un gran número de protestas.
Washington.-Millares de defensores de la reforma sanitaria conocida como Obamacare se movilizaron ayer en Estados Unidos contra el proyecto republicano que busca anular la ley aprobada hace siete años y que, si sale adelante, afirman, dejaría sin cobertura médica a millones de personas.
Las acciones fueron coordinadas a nivel nacional por Health Care for America Now, un grupo apoyado por el movimiento sindical que tuvo un papel importante en la aprobación en 2010 de la reforma sanitaria impulsada durante el mandato del expresidente Barack Obama.
Margarida Jorge, codirectora del grupo, señaló que las personas salieron a las calles “de costa a costa” para expresar su preocupación por lo que pueda ocurrir con millones de personas si se aprueba el plan de salud republicano, el cual tenía prevista hoy una votación y que sin embargo fue pospuesta por falta de apoyo.
Según confirmaron fuentes del Congreso, el liderazgo republicano de la Cámara de Representantes pospuso el voto previsto para ayer por falta de apoyo de su propia bancada, y después de que el presidente Donald Trump mantuviera una reunión de última hora para intentar convencer sin éxito al grupo ultraconservador Freedom Caucus de votar a favor del texto.
California fue uno de los estados en donde se realizaron un gran número de protestas, todas ellas coordinadas por la coalición Lucha por Nuestra Salud, que es apoyada por el poderoso Sindicato Internacional de Trabajadores de Servicios (SEIU), y durante las que se exigió se mantenga la actual Ley de Cuidado de Salud Accesible (ACA, por su sigla en inglés).
En la ciudad de Modesto se desarrolló una protesta frente a la sede del representante republicano Jeff Denham, en la que los participantes escenificaron una “muerte masiva” para dramatizar el impacto que, según dijeron, tendría la nueva ley, en especial entre los menores y ancianos.
Los manifestantes recordaron el informe difundido este mes por la Oficina de Presupuesto del Congreso, el cual reveló que 24 millones de estadounidenses se quedarían sin seguro de salud en la próxima década si se aprueba el proyecto sanitario impulsado por los republicanos.
La meta era enviar un fuerte mensaje al Gobierno de que “las vidas, trabajos y la economía” corren riesgo con la anulación de ACA.