La entrenadora de bateo de ligas menores de los Yankees de Nueva York, Rachel Balkovec, habla con los reporteros durante las reuniones de invierno de las Grandes Ligas, el martes 10 de diciembre de 2019, en San Diego.
NUEVA YORK.- Rachel Balkovec está al tanto de los comentarios negativos en sus redes sociales pero no quiere entrar en polémicas. Sus hermanas los han visto también y buscan ignorar las reacciones despectivas ante el rompimiento de la barrera de género en el puesto de managers.
“A mí me da risa”, dijo Balkovec. “Porque éste es e sueño estadounidense”. ¿Y en la casa club? No ha percibido ni por asomo una reacción tan tóxica.
Balkovec fue presentada el miércoles como nueva piloto de la filial de los Yanquis de Nueva York en la filial de la Clase A, dentro de la Liga Estatal de Florida. Al tomar las riendas de los Tarpons de Tampa, Balkovec será la primera mujer manager en la historia de las sucursales de las Grandes Ligas.
Se trata de un nombramiento que tardó 10 años en gestarse para una mujer que jugaba softbol en su antigua universidad. “Si conocen la historia y su corazón late, pienso que es muy difícil no apoyar lo que está ocurriendo aquí”, comentó.
Casi una década después de cambiar su nombre en su currículum a fin de ocultar su género y de incursionar en el béisbol, la manager de 34 años ha derribado varias barreras en camino a su nuevo empleo.
Fue la primera mujer en desempeñarse de tiempo completo como coach de fuerza y acondicionamiento físico en las ligas menores. Ahí mismo, fue también la primera en ocupar permanentemente un puesto de coach de bateo.
El nuevo ascenso llega un año después de que la exempleada de los Yanquis, Kim Ng, se convirtió en la primera gerente general de las Grandes Ligas, con los Marlins de Miami. Y marca un paso distinto.
Balkovec estará a cargo del clubhouse en Tampa, con la tarea de supervisar el desarrollo de futuros peloteros de las mayores para una de las franquicias deportivas más famosas del mundo. “Los peloteros con los que he trabajado, ya sea que les agrade o no cómo soy o lo que digo, me respetan. Sí lo creo así”, indicó.
Se ha ganado ese respeto siguiendo un camino inusitado —que no existía hace 20 años, pero no sólo por su género. Exreceptora de softball en Creighton y Nuevo México, Balkovec cursó una maestría en kinesiología por la LSU y otra en ciencias de la motricidad humana por la Universidad Vrije en Holanda.
Trabajó en entrenamiento de fuerza y acondicionamiento físico con los Cardenales de San Luis y los Astros de Houston desde 2012, cuando llegó al béisbol profesional, y pasó también tiempo en Driveline Baseball, un centro basado en datos que ha preparado a numerosos peloteros de las Grandes Ligas. Es experta en ciencias del desempeño deportivo, precisamente algo que codician los equipos.