El Maestro José Antonio Molina, junto a su orquesta realiza gesto a la Dama de la Música Margarita Copello de Rodríguez.
Santo Domingo.- Los que asistieron a la gala “La Dama de la Música” disfrutaron de una noche repleta de increíbles emociones y de la más exquisita música.
Celebrada en la Sala Carlos Piantini del Teatro Nacional Eduardo Brito, la gala fue organizada por la Fundación Sinfonía, con el apoyo y beneplácito de la familia Rodríguez Copello, para honrar la memoria de doña Margarita Copello de Rodríguez, fundadora de Sinfonía, junto a su esposo don Pedro Rodríguez Villacañas.
Al mismo tiempo, la noche del miércoles se conmemoraron los 35 años de existencia de dicha institución, la cual ella con dedicación y esmero presidió por más de 30 años.
La gala inició con las palabras de la actual presidente de Sinfonía, Margarita Miranda de Mitrov, amiga y fiel discípula de doña Margarita, quien después de pronunciar unas emotivas palabras y dar una calurosa bienvenida a todos los asistentes, anunció la presentación de un video sobre la vida y trayectoria de quien fue figura importante en el desarrollo de la vida musical en nuestro país.
El video incluyó cortos y sentidos testimonios de influyentes personalidades y de grandes artistas que tuvieron el privilegio de conocerla, y conmovedoras imágenes de su armoniosa vida familiar y de su dedicada labor al frente de Sinfonía.
También agradeció, en nombre de Sinfonía y la familia Rodríguez Copello, a los que tan generosamente colaboraron a la celebración de la gala y a todos los asistentes.
Luego, de sus breves palabras la señora Miranda de Mitrov dio paso a la parte musical de la noche con la Orquesta Sinfónica Nacional, dirigida por el maestro José Antonio Molina, considerado por doña Margarita su hijo artístico.
Luego de tocar el popular Intermezzo de la ópera Cavalleria Rusticana de Mascagni, el concierto continuó con una de las piezas más emotivas y sentimentales compuestas nunca, el Concierto No. 2 del célebre compositor ruso Sergei Rachmaninov, tocada en forma magistral por el multipremiado pianista ucraniano, Dmytro Choni.
La gala concluyó con la obertura-fantasía de Romeo y Julieta, popular tema de amor de Tchaikovsky sobre la afamada obra de Shakespeare.
Para concluir una noche repleta de emociones, música y talento, el eufórico público se alzó de sus asientos para brindar una larga ovación al solista de la noche, Dmytro Choni, al maestro José Antonio Molina y los miembros de la Orquesta Sinfónica Nacional, de la que doña Margarita fue siempre bienhechora.