Estábamos en plena campaña electoral cuando, sin proponérmelo, escuché un trozo de la conversación que sostenían dos aspirantes a cargos electivos en el Congreso Nacional.
-“Yo –decía uno de ellos- no voto por hombres, sino por ideas”.
Incrédulo, su interlocutor le preguntó:
-¿Y si viene un mafioso y te ofrece cinco millones de pesos para que votes por él?
Sin pensarlo dos veces el aspirante a congresista respondió:
-“Esa no es mala idea”.
(Cualquier parecido con personas o hechos reales, es pura coincidencia).