Dilenia Cruz
Este es un enunciado sencillo, pero muy complicado de practicar. Mientras logramos asimilarlo es un golpe directo al centro del ego. Empezar a aplicar este concepto al diario accionar puede tomarte un tiempo y muchos dolores de cabeza.
¿Eres de las personas que sufren por los comentarios que hacen otras personas sobre ti? ¿Necesitas aprender con urgencia como protegerte de esas expresiones? ¿No sabes como desenchufar tus oídos y cerebro?
Esta semana trabajaremos el último acuerdo que te ayudará a entender que los comentarios y acciones de otras personas no están realmente vinculados a ti, sino a ellos mismos.
Sin importar lo que ocurra en tu entorno, no te lo tomes personal. Incluso, cuando alguien emite una opinión sobre ti o te insulta. Antes de enojarte, piensa que eso no tiene nada que ver contigo.
En verdad se refiere a sus propios sentimientos, creencias y opiniones. Es, en ese momento, que debes recordar que “de la abundancia del alma, habla la boca”.
Cuando le das crédito, le estás dando poder a esos juicios y permites que te envenenen. Haz notado que empiezas a justificarte o defenderte? Es, entonces, cuando debes pensar que no es acerca de ti.
Esa persona habla de lo que tiene dentro de sí. Si logras verlo así y no permites que te afecte es un gran inicio para tu tranquilidad.
Sobre estos postulados del libro de Miguel Ruiz, “Los Cuatro Acuerdos”, conversaré con la psicóloga Sandra Tomas este jueves 11 de junio a las 6:30 de la tarde. Como un preámbulo de relajación, haremos yoga el miércoles 10 a las 7:00 de la noche.
Reserva tu espacio. Escribe al correo.
