No son solo unos…

La oposición, especialmente los leonelistas, insisten en una cantaleta de que si se modifica la Constitución para habilitar a Danilo Medina, ello significaría necesariamente que ha obrado alguna corrupción mediante la compra de votos en el Congreso.

Atribuyen la vocación de lubricar con dinero, favores o promesas las conciencias de legisladores, solo a los danilistas. ¿Acaso en 1994, 2002, 2010 y 2015, en las modificaciones de esos años, y en todos los demás actos legislativos de senadores y diputados, el augusto recinto del Congreso ha estado libre del nauseabundo rumor de los múltiples “hombres del maletín”? Yo disiento de aquel sabichoso dictamen de Rafael Herrera, de que “aquí corruptos somos todos”.

Pero sí lo son muchos y no solo quienes propugnan porque se modifique la Constitución, que puede hacerse legal y legítimamente igual a 39 veces anteriores.

Muchos que arguyen vanamente “defender la Constitución” pero solo quieren, como agalluses, volver por más tras tres periodos, poseen tanto o más poder dinerario que los reeleccionistas, pero no mayor prurito ni idoneidad democrática.