Arthur Graf, poeta italiano, señaló: “El saber y la razón, hablan; la ignorancia y el error, gritan”.
No se trata de una casualidad, sino de la escogencia entre dos caminos, los cuales, en ambos casos, estarán matizados por el grado de educación individual.
Al margen de la complejidad de todas las cosas, no es aconsejable dejar nada a la casualidad debido a que la misma nos da siempre, como sorpresa, lo que nunca se nos hubiera ocurrido pedir.