Fue un trago amargo y vergonzoso lo ocurrido en las fallidas elecciones municipales del 16 de febrero del 2020, que en pleno desarrollo tuvieron que ser suspendidas, y no fue hasta el 15 de marzo que de manera extraordinaria dichos comicios se concretizaron.
Ahora, nuevamente los dominicanos y dominicanas estamos convocados a acudir este 5 de julio del presente año a las elecciones extraordinarias para elegir un nuevo presidente, vicepresidenta, senadores y diputados, esto así, tras la posposición de la fecha establecida en nuestra Carta Magna a causa de la pandemia del COVID-19.
Para este certamen iremos a votar por ciudadanos que tendrán en sus manos la autoridad para la creación de impuestos, y no sólo eso, la manera de su recaudación, entre otras facultades que la ley les confiere a los senadores y diputados.
De igual modo, está en juego la elección del nuevo Presidente de la República, quien deberá, tal y como lo indica nuestra Constitución, dirigir la política interior y exterior, la administración civil y la militar y desde luego, presidir la autoridad suprema de las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional y los demás cuerpos de seguridad del Estado.
Es por eso, que como ciudadanos responsables y comprometidos con el bienestar de nuestra nación y siendo acreedores de todo lo que nos han prometido y no cumplido, debemos de observar con detenimiento, por un lado, las propuestas de aquellos que aspiran a una curul en el congreso, sean debutantes o no, y tener agudeza de análisis, especialmente de los que buscan repetir.
Preguntarnos ¿Cuáles proyectos de ley sometieron?, ¿Cuáles les aprobaron?, ¿A cuántas sesiones acudieron? ¿Cuál fue su nivel de fiscalización?… en fin qué hicieron por el país y por los electores de su demarcación además de cobrar sus altos salarios.
Por otro lado, debemos de ponderar qué ha hecho el partido de gobierno en sus 20 años frente a la cosa pública para premiarlo con ¨4 años más y después hablamos¨.
Me gustaría preguntarle al candidato del oficialismo Gonzalo Castillo que piensa del nepotismo, de la corrupción administrativa, de la impunidad, de un Ministerio Público y Jueces complacientes, salvo excepciones. Qué criterio tiene de las denuncias de supuestos concursos de oposición amañados, de la chercha de Odebretch, del muerto de la OMSA, de la OISOE, de las botellas, del manejo al antojo de la Ley de Hidrocarburos, de la falta de oportunidades, de la delincuencia, del COVID 19. Cuáles son sus propuestas, como las ha definido y en qué escenario las ha expuesto. El porqué de no hablar ante comunicadores independientes, y si, en caso de ganar, sería un presidente mudo.
Por otra parte, están los candidatos de la oposición.
Hagamos una introspección a nuestra conciencia del por qué debemos de votar por uno u otro.
¿Qué nos ofrece el ex presidente Leonel Fernández que no nos haya planteado en sus 12 años de gobierno?.
¿Qué piensa él de cómo la sociedad vio el caso Sund Land, los Tucanos, su presidente de la SCJ, que en comparación con el actual parecería que su elección cumple con los mismos requisitos.
Para finalizar, tenemos otro punto de vista dentro de la oposición, Luis Abinader, candidato del PRM y puntero para ganar las elecciones presidenciales según las encuestas. Ya es sabido que tiene un plan de gobierno bien diseñado, y que en el podio lo ha explicado a los electores.
Dentro de sus propuestas ha dicho que quiere un Ministerio Público independiente.
Si nos vamos a lo que establece la Ley de leyes, el presidente es quien nombra al Procurador General de la República y a sus adjuntos. En tal sentido indefectiblemente deberá de reformarse la Constitución. Pero en lo general este planteamiento del MP independiente, después del manejo que se le debe de dar al COVID -19 y de la recuperación de nuestra economía, representa el pedimento más perentorio de nuestros días, propuesta que comparto, ya que de efectuarse marcaría un nuevo comienzo en contra de la impunidad en que vivimos.
Como podemos ver, no es un juego lo que ocurrirá el 5 de julio, es el futuro de cada uno de nosotros, no es sólo ir a marcar una cara o el símbolo de un partido. Usted tendrá en sus manos la oportunidad de mantener el estado actual de las cosas o por el contrario, podrá cambiar e inclinarse por quienes representan propuestas de respiro para nuestra ya malograda sociedad.
No se quede en su casa, vamos con nuestras mascarillas y manteniendo el distanciamiento social a cumplir con nuestro deber, a votar.