Sé que en el mundo del deporte muchos disfrutan subirse en la cresta de las olas cuando los atletas logran hazañas históricas, como la que acaba de alcanzar la gran Marileidy Paulino, quien el pasado miércoles se convirtió campeona de los 400 metros lisos en el Campeonato del Mundo de Budapest 2023.
Luego de la carrera, leí en las redes varias notas de felicitaciones a Marileidy por su triunfo, incluyendo una muy emotiva del presidente de la República, Luis Abinader: “¡Enhorabuena, Marileidy Paulino!” “¡De Nizao para el mundo, siguen los éxitos, campeona!”, escribió Abinader en su cuenta de la red social X.
Entre las notas de felicitación me llamó bastante la atención la que envió a los medios el ministro de Deportes, Francisco Camacho, por cierto muy mal escrita, con fallas ortográficas, que no son propias para un ejecutivo de su nivel.
En realidad que no lo podía creer, porque Camacho demostró ser bien ‘caretudo’, como dicen los españoles, ya que tiene más de tres años como ministro de Deportes y no le ha cumplido a Marileidy con lo único que le ha pedido y es que les arregle la pista de atletismo Félix Sánchez y la del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte.
Durante todo ese tiempo se ha pasado con la excusa de una supuesta licitación que no acaba de concretarse para reparar las pistas.
El 22 de junio de 2022, Camacho tuvo una rueda de prensa para anunciar que iba a reparar ocho pistas de atletismo en el país, entre las que mencionó están la central Félix Sánchez y la de calentamiento del Centro Olímpico, la de La Vega, de Espaillat (Moca) y Barahona.
El tiempo sigue pasando y las pistas de atletismo se han quedado en promesas.
Entonces con este escenario, ¿Cómo puede Camacho felicitar a Marileidy por su triunfo?
La hazaña de Marileidy obtiene mayor connotación, porque acaba de convertirse en campeona mundial sin apoyo. No duden ustedes que Camacho encabece la delegación que recibirá en el aeropuerto a Marileidy y le levantará el brazo derecho declarándola héroe nacional.