¡No inventes!

¡No inventes!

¡No inventes!

David Alvarez

Recuerdo que el inolvidable Fredy Beras Goico una vez dijo que en este país no había inventores porque de chiquito siempre nos decían: ¡No inventes! El humor de Fredy me sirve de entrada para preguntarme cómo se genera la invención, una actividad que es fundamental para el desarrollo de cualquier sociedad.

Sin creación de nuevas ideas, tecnologías y productos no es posible competir en un mundo donde la invención es uno de los ejes fundamentales del desarrollo.

Un primer elemento es la educación, desde la educación básica hasta la universitaria, que debe favorecer la problematización de todos los temas para que el estudiante genere una mentalidad pro-activa de su aprendizaje, eliminando la fatal costumbre de la memorización.

En física, por ejemplo, en lugar de enseñarle fórmulas, se debe incentivar la búsqueda de soluciones a problemas. En las ciencias sociales incentivar la articulación de relaciones causales y búsqueda de factores que influyen en los acontecimientos humanos, evitando el adoctrinamiento patriotero.

Un segundo factor es el reconocimiento social de quienes generan creación en todas las áreas, desde niños a adultos.

El Estado, pasando por la industrias, hasta cada centro escolar, deben estimular la generación de invenciones y creaciones, desde las más sencillas hasta las más relevantes.

Un tercer factor esencial es el acceso a los recursos que generan invención: bases de datos de publicaciones científicas, laboratorios, talleres de creación, interacción con investigadores extranjeros y la creación de comunidades científicas financiadas por el sector público y privado.

Debemos inventar y crear si queremos desarrollarnos.



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