No es una película sobre parejas
Acostumbrados a ocupar el lugar de la vanguardia de eso que atisbamos como cine dominicano, Oriol Estrada y Natalia Cabral o Natalia Cabral y Oriol Estrada ( haciendo alusión a una divertidísima secuencia sobre la lucha de egos entre creadores por el orden de los créditos en el sensible departamento del “directed by” dentro del filme) se han trasladado a la retaguardia-el lugar desde el cual Iván de la Nuez, agudo crítico dirige su invectiva hacia el arte moderno cooptado más por símbolos políticos que significados- para crear su película más lúdica y probablemente más infalible porque no se toma nada en serio. Pero, ojo, de broma infinita están revestidas las interpelaciones urgentes, como el opus 4 de la pareja domínico-catalana: Una película sobre parejas.
La premisa es la siguiente: Natalia y Oriol, tras la proyección en una sala cuasi vacía de su filme El sitio de los sitios (2016), deciden -de inicio- hacer una película, pero no se sabe a ciencia cierta de qué. Reciben financiamiento y tras buscar inspiración en un día de parque-junto a su inseparable hija Lía de tres años- la musa se le sienta al lado: una pareja en situación de discapacidad de origen visual, prodigando su comunión de la mano de su hijo.
Ese instante maravilloso e inasible, cambia el rumbo: harán una película de parejas de enamorados. Entrevistarán a numerosas parejas para saber cómo se llevan y cuáles son sus problemas frecuentes. Concomitante al rodaje, afloran las diferencias entre Natalia y Oriol. Las batallas creativas permean su vida marital. En el trayecto, delicias cinéfilas desternillantes: derivas estilísticas/ entre Ozu, Apichatpong, cine pornomiseria de esos que piden mayoritariamente los festivales europeos a los cineastas latinoamericanos-hermosos y surrealistas planos sobre lo mágicorreligioso que deviene en sátira, las peleas en la sala de edición entre Natalia y Oriol que bien recuerdan las fervorosas batallas de Jean-Marie Straub y Danièle Huillet en ¿Dónde Yace tu sonrisa? (2001), Masterclass sobre montaje que documentó Pedro Costa, y la sensación de que el adentro y hacia fuera del cine no tiene fronteras: es tan cierto como imaginario todo lo que cuentan.
De repente vemos en las escenas más “realistas” a un Oriol en cama con los lentes puestos vencido por el sopor propio del rodaje. El lado B de ese trance que posee a los cineastas. Pero tampoco sale ilesa la figura del documentalista. Mitad vampiro, alucinado redentor, se percibe lo paradójico de un oficio que suele tratar con humillante condescendencia a su objetivo. Todo desde una perspectiva tan distante como los planos estáticos y, como bello contrapunto, la calidez del formato 4:3.
Al final, ese sentimiento tan impuro, apasionado, aprisionador y humano como el cine, separa, pero une: Natalia y Oriol se reencuentran en el camino. Como premio, la improbable pregunta cinéfila más desconcertante, se vuelve incondicional. Bofetada para nosotros que solemos dar todo por sentado. Una nueva idea de película surgirá…y a buscar infructuosamente la musa.
Una película sobre parejas
Dirección: Natalia Cabral, Oriol Estrada
Guion
Oriol Estrada, Natalia Cabral, Javier García Lerín, Aina Calleja
Fotografía: Nicolas Ordóñez
Reparto: Oriol Estrada, Natalia Cabral, Carlos M. Matos, José Homer Mora Acosta
Productora: Faula Films
República Dominicana. 2021