El gobierno declaró este año de las exportaciones. Algunos empresarios de zonas francas se preguntan si es para incentivarlas o fuñirlas.
La duda está fundamentada en la intención fiscalista de eliminar los incentivos que son la razón de ser de este exitoso modelo de creación de empleo, que cuenta con alrededor de 200,000 puestos fijos de trabajo.
La empresas de zona franca exportaron en 2017 productos terminados o hechos aquí por valor de mas de US$5,600 millones.
El incentivo consiste en eximirlas del ISR o sea que al Estado no le cuesta, pero fiscalistas golosos gozan calculando un “sacrificio fiscal” que no es tal, pues si esos empleadores se van lo sacrificado serán los empleos, las exportaciones y además los beneficios y empleos indirectos, que sí tributan y mucho.
Creo sinceramente que la DGII debe aumentar sus recaudaciones, pero no con el facilismo que representa marcharle a quienes ya cotizamos, o las empresas que cumplen cabalmente, o las incentivadas como las zonas francas. Hay mucho que cobrar, pero no por ahí…