Apenas 5 % de todos sus desechos de plásticos fueron reciclados en Estados Unidos en 2021, una baja sensible del récord de 9.5 % en 2014 (cuya estadística incluyó exportaciones de millones de toneladas de basura a China), según un reciente reportaje de “The Atlantic”.
La revista, con claro regusto anti-industrial, concluye que reciclar plásticos nunca funcionará como solución para la creciente polución mundial, especialmente en mares.
Sin embargo, luce que sientan en el banquillo de acusados al propio plástico, noble polímero orgánico sintético que puede moldearse de casi infinitas formas y de ubicuidad pasmosa en la vida moderna. Me luce que los plásticos, y su enorme variedad, no son el problema, sino nosotros los ciudadanos, nuestra actitud ante la basura o desperdicios y los gobiernos municipales y nacionales.
No en vano Haina fue designada como uno de los diez lugares más contaminados del mundo por múltiples químicos mal manejados, que también causan incendios.
Algunos plásticos causan menos impacto ambiental que el papel, que para fabricarse requiere oceánicas cantidades de agua que debe descontaminarse. Conviene comprometerse con la defensa ambiental.