El apoyo del PRM y la popularidad de Luis Abinader deben bastar para hacer senador al veterano político Guillermo Moreno, pero apuesto peso a morisqueta que será un grave incordio en el Congreso.
Desde que Leonel pifió al hacerlo fiscal hace 28 años, Moreno ha vivido entregado a su delusoria ambición de ser presidente sin nunca lograr suficientes votos para llenar las gradas de un play de softball.
Su base partidaria actual es el grupúsculo de Fidelio Despradel, otro soñador de la frustrada izquierda igualmente carente de votos.
¿Cómo es posible que estos políticos profesionales pasen décadas viviendo del sistema electoral que enésimas veces los rechaza y sin pudor alguno insisten en insistir?
La única explicación que elucubro es algún acuerdo con la FUPU para que, si Omar por algún chepazo gana, ese sea el premio de consolación de Leonel para que fuña menos inventando que algún nuevo algoritmo lo venció.
Todas las razones por las que podría convenir quitar a Faride se conjugan más intensamente en Moreno, sin ninguna de las virtudes de ella. Realmente no logro comprender, pero al parecer al fin Moreno tendrá cancha congresual gracias al PRM y a Luis.