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Un niño de 12 años quedó sepultado bajo la nieve tras una avalancha en los Alpes franceses. El pequeño salvó la vida por la pericia de un policía y su perro, que hallaron al menor tras una hora enterrado. “Encontrar a una persona viva sin un detector de víctimas de avalancha después de 15 minutos en la nieve es un milagro”, dijo el agente.