Ningún torneo se va “señorito”
Cuando le pegaron el primer hielazo a uno que estaba cerca, uno de los decentes se sorprendió… Y cuando un gordito desafió a pelear a Paris Bass, otro de los que todavía no había salido corriendo abrió los ojazos…
Fue ahí que Liquito intervino y le preguntó: “¡¿Es que usted no ha leído a Última Hora? aquí se tiran botellas y se dan galletas y hielazos desde los tiempos de don Virgilio!”…
Y Tananai remachó: “Esos son los pariguayos de la pelota que dejan ir un torneo ‘señorito’, los del baloncesto no… Les daría vergüenza que un torneo se vaya limpio…
Repito por enésima vez, nunca entenderé porqué en el hipódromo, que es gratis y abierto, tienen un control total sobre los “estorbos hípicos”, mientras en el baloncesto superior del país entero no pueden con los “apasionados vándalos”…
Como esta columnas se escribió antes del partido de anoche, no sé si se repitieron los “rabazos” del martes…
No se sabe qué es lo que le están echando al agua, porque “por allá”, Albert Pujols y Justin Verlander, dos con todos sus problemas resueltos, discutieron como dos comadres de patio el martes, tras un incidente entre otros… ¡Dios!.. Se está calentando Edwin Encarnación…
Qué bueno que ya le está perdiendo el miedo a las luces y a las tantas cámaras que hay en Nueva York… Quien no da pie con bolas es José Ramírez, cuyos números siguen bien “engurruñaos”…
Contó Tommy Troncoso en La Voz del Fanático que su padre don Tomás es tan fanático de los Cardenales, que mira el mismo juego grabado dos y tres veces, y que aunque sabe de sobra lo que pasó, “tira un zapatazos” cuando hacen un error… ¡Ay mi madre, eso es sentir por un equipo!
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