En Navidad, paseando por la ciudad de Leipzig, en Alemania, en medio del intenso frío que la arropaba, visité uno de los monumentos arquitectónicos más importantes, significativo y famoso de esa nación: la iglesia de San Nicolás, en alemán Nikolai Kirche.
Esta iglesia fue construida hacia 1165, en la confluencia de importantes rutas comerciales que comunicaban toda Europa y aun hoy, se encuentra sumergida entre los comercios del centro de la ciudad. Su nombre viene por San Nicolás, patrón de los comerciantes.
En una breve historia de su construcción, que facilitan al visitante, dicen que originalmente se realizó al estilo romántico, lo que puede apreciarse todavía en la fachada oeste del edificio; que en el siglo XVI, se amplió para alojar un templo gótico, rasgo que caracteriza su exterior.
Sus tres campanarios, en estilo barroco, fueron terminados en 1731. En 1902 su aspecto se vio modificado por la construcción de unos anexos.
Lo más fascinante de esta iglesia está en su interior, reformado en estilo clásico entre los años 1784 y 1797. Son impresionantes las columnas en forma de palmas, la rica decoración del techo, los bancos ¡su órgano!
El púlpito, la pila bautismal y el altar, reflejan lo mejor de la artesanía alemana.
Hay imágenes excepcionales del calvario y del crucifijo de madera del presbiterio, la obra más antigua.
Uno de los puntos culminantes de su historia lo constituye la actividad musical de Johann Sebastián Bach, como director del coro y organista, desde 1723 hasta 1750.
El órgano que exhiben fue construido entre 1858 y 1862. Desde 1968 hasta 2004, la iglesia fue restaurada completamente en su interior y en su exterior.
En el otoño de 1989 la ciudad de Leipzig y su Nikolai Kirche estaban en la mira internacional. La policía bloqueaba y controlaba todas las vías de acceso a la iglesia y luego a toda la ciudad, durante los días y horas de “las oraciones por la paz”.
Eran los lunes a las cinco de la tarde. Preferían que se reunieran en cualquier otro lugar, pero a pesar de las detenciones, el número de asistentes era cada día mayor.
El 9 de octubre de 1989, “ las oraciones por la paz” lograron su objetivo: CAYÓ EL MURO, que dividía Alemania.
La famosa iglesia, como centro espiritual, donde permanentemente estaban orando y abogando pacíficamente por la paz, unidad, igualdad, amparo, es hoy ejemplo de lo que se logra unidos, sin miedo, con la fe en Dios.
Todo está impregnado en las paredes y objetos de Nikolai Kirche, un lugar que emociona, sobrecoge e inyecta energía positiva; un lugar digno de ser visitado en Leipzig, Alemania.
